Si uno echaba un ojo al aspecto general de la explanada durante la concentración celebrada este sábado frente a la estación de tren de Otero de Sanabria, no hacía falta ser el más perspicaz para observar varias banderas de Portugal ondeando entre las señas bermejas y los carteles. Una representación del país vecino volvió a acudir a la llamada de la comarca en una rutina de respaldo que ha convertido a la zona de Tras-os-Montes en uno de los apoyos más relevantes en la búsqueda de la recuperación de los trenes.
De hecho, ese apoyo pasó de lo simbólico a las palabras con la intervención, sobre el escenario, de Carlos d’Abreu, uno de los miembros de la asociación Rihonor, que puso voz a la posición que defienden varios colectivos y responsables políticos de la Portugal más cercana: «Para nosotros es una obligación ser cómplices de vuestras luchas. No podemos permitir que se atropellen nuestros derechos», apuntó el miembro del colectivo.

D’Abreu insistió en que la terminal de Otero «es una ventana al mundo» conquistada, además, merced a la lucha social que, en su día, allanó el camino para conseguir que la estación apareciese en el mapa de la alta velocidad: «Muchos miembros de la asociación pasaron entonces la frontera para manifestarse a favor de su construcción», recordó el miembro de Rihonor, que habló del valor de esta conexión para los territorios de Bragança y Vila Real.
«Deseamos ver en un futuro próximo nuestra propia red de alta velocidad conectada a través de esta estación de Sanabria», abundó D’Abreu, en referencia a los planes, cada vez más avanzados, de Portugal para introducir su AVE vía Tras-os-Montes, un asunto que no es baladí cuando se tratan asuntos vinculados a la estación de Otero y que ya mencionó en su día Hernani Dias, expresidente de la Cámara Municipal de Bragança y ahora parlamentario en la Asamblea de la República de Portugal.
Para que esa conexión se ejecute, no solo el país vecino tiene que dar el paso, sino que conviene garantizar la pervivencia de la terminal de Otero: «Esta imperdonable e injusta tropelía puede ser un problema», constató en su intervención el portugués, que incidió en la despoblación que afecta a los territorios rayanos y que opinó que, en luchas como la de Sanabria, tienen que estar todos: «Vuestros trenes son nuestros trenes. Vuestra estación es nuestra estación», remachó D’Abreu.
También desde A Gudiña
Las palabras del luso resonaron con aplausos en una estación en la que también había una presencia destacada de miembros de los colectivos que libran una batalla similar en A Gudiña (Ourense). La reorganización de Renfe ha puesto en jaque a dos de las estaciones que constituyen los eslabones más débiles en la zona noroeste y los vecinos de toda la contorna pretenden unir su voz para recuperar lo perdido de manera conjunta.