La del lunes ha sido una mañana de intento de vuelta a la normalidad en el tramo de la calle del Regimiento de Toledo afectado por la deflagración de gas producida el viernes por la mañana. Buena parte de los negocios de la zona han permanecido a ratos cerrados a ratos abiertos, se ha seguido produciendo la presencia de curiosos que paseaban por la zona y, sobre todo, han llegado a la zona los peritos de las compañías de seguros para valorar los daños causados por el suceso.
El ambiente en la calle ha sido durante la mañana de relativa normalidad. Conversaciones entre vecinos, sobre las posibles causas de las llamaradas del viernes, se alternaban con las que llevaban a cabo los dueños de pisos y locales que describían a los técnicos de las aseguradoras cómo han quedado sus bienes a consecuencia de la deflagración de gas.

En la zona permanece cortado, en varios puntos, el suministro de gas natural y no hay fibra óptica en muchos edificios y comercios. Es una situación que afecta a todas las compañías de telecomunicaciones, aunque esta mañana solo los trabajadores de Movistar se encontraban en la zona para solucionar la situación. El corte de conexión afecta principalmente a la calle del Regimiento de Toledo y a prácticamente todos los negocios que se encuentran en los patios interiores de esa manzana. Los servicios técnicos explican que se irá resolviendo la situación en los próximos días.
Por lo demás, el herido más grave, el operario que se encontraba trabajando en la zona, sigue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Valladolid, donde fue trasladado el viernes, y su pronóstico es reservado. También, según ha indicado esta mañana el delegado de la Junta en Zamora, Fernando Prada, los inspectores de la Oficina de Trabajo han realizado ya una evaluación de la zona para determinar las causas del suceso.
