Reforestación de escombreras, adecuación de una playa artificial, aparcamiento o un nuevo merendero se encuentran entre las actuaciones que se han acometido en la antigua pizarrera de San Vicente de la Cabeza, convertida ya en un área recreativa de la que disfruta toda la comarca. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha financiado esta actuación con 293.577 euros, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea. Las obras han sido hoy reconocidas por el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Fernando Prada, y por el alcalde de San Vicente de la Cabeza, Fernando.
Las obras han permitido recuperar una zona anteriormente degradada por la actividad minera, convirtiéndola en un espacio de alto valor ambiental y recreativo que favorece la biodiversidad, potencia el turismo y contribuye a la actividad socioeconómica del municipio. De este modo, catorce años después del cese de la actividad extractiva, la antigua mina se ha transformado en el mayor lago artificial de la provincia.

Durante su visita, Fernando Prada ha destacado que “este tipo de actuaciones permiten unir la conservación del patrimonio natural con nuevas oportunidades de desarrollo. Con ello, se ha recuperado un espacio natural, al tiempo que se ofrece a los vecinos un nuevo espacio de ocio y se pone en valor la naturaleza”.
En la actuación se ha adecuado el manantial existente como espacio recreativo y deportivo, con la creación de una playa artificial con arena de río y una playa verde con zonas de sombra. También se ha habilitado un espigón multifuncional, una zona de merendero y un aparcamiento para visitantes. La zona ya ha albergado una actividad deportiva con la celebración de la Regata Regional de Edad de Piragüismo, promovida por la Federación de Piragüismo de Castilla y León.
En paralelo, el proyecto ha supuesto la reforestación de las laderas de las escombreras con vegetación autóctona, mediante la plantación de 26.368 árboles, sobresaliendo las especies más representativas de la zona, como pinos, encinas y robles. También se han instalado protectores y tutores de madera, se han construido fajinas con material vegetal autóctono y se han realizado trabajos de estaquillado para consolidar el terreno.
Además, el proyecto ha recuperado y mejorado dos antiguos caminos de acceso, ahora transitables en vehículo, que conectan el espacio con los núcleos de San Vicente de la Cabeza y Palazuelo de las Cuevas, facilitando la llegada de visitantes y el uso de la nueva zona recreativa.
La superficie total de intervención alcanza las 37,42 hectáreas, dentro de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, reconocida por la Unesco. El proyecto responde a retos como mejorar la degradación del entorno y la necesidad de impulsar el turismo sostenible en la zona, convirtiéndose en un referente del ocio acuático en La Raya.