El Grupo Socialista en la Diputación de Zamora considera «inaceptable» el «tono autoritario y despectivo» del presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, hacia los trabajadores de la residencia Virgen del Canto de Toro que presentaron denuncias sobre el funcionamiento del centro ante la Junta de Castilla y León y ante la Inspección de Trabajo, dos de las cuales han sido desestimadas. Faúndez, dicen los socialistas, «responde con insultos y descalificaciones en lugar de con diálogo y soluciones» a la situación en el centro. Los socialistas aseguran que el presidente ha respondido «con desprecio, descalificaciones y acusaciones de movimiento orquestado» a las denuncias.
La diputada socialista Nieves García, miembro de la Comisión de Recursos Humanos y de Política Social, ha criticado las palabras del presidente asegurando que “en lugar de mostrar responsabilidad y respeto hacia quienes sostienen con su esfuerzo diario los servicios públicos, ha optado por la arrogancia, el insulto y el autoritarismo institucional”.
Los socialistas apuntan que «el personal de la residencia no reclama privilegios, sino condiciones de trabajo dignas, reconocimiento profesional y el cumplimiento de compromisos adquiridos por la propia administración». Muchas de estas reivindicaciones, dicen, han sido respaldadas durante años por los sindicatos CC OO y UGT. “No podemos aceptar que se trate a estos trabajadores como una molestia, ni que se pretenda silenciar sus demandas tachándolas de conspiración. Estamos hablando de personas que, durante años, han acudido cada día a su puesto con dedicación y esfuerzo, dando lo mejor de sí mismas para garantizar un servicio público esencial”, ha afirmado Nieves García.
El PSOE realiza estas declaraciones después de que la Diputación de Zamora acusara a los trabajadores de intentar «crear mal ambiente en el centro y de dañar a la institución» con la presentación de las denuncias, que en muchos casos y según Javier Faúndez «son repetidas» de otras que ya han sido desestimadas. «No señalamos a nadie, pero la Diputación no es muñeco de trapo que reciba golpes sin decir nada. Cuando hay problemas, los asumimos, pero las personas que presentan denuncias basadas en falsedades también deben asumir su responsabilidad», apuntaba el miércoles el presidente.