La Junta de Castilla y León y la Inspección de Trabajo han resuelto a favor de la Diputación de Zamora dos denuncias presentadas por trabajadores de la residencia Virgen del Canto de Toro, unas acusaciones que la institución provincial califica de «falsas e infundadas». Estas denuncias, «presentadas por dos funcionarios de la propia residencia ante la Junta de Castilla y León, son idénticas en su redacción y contenido, lo que evidencia una clara actuación concertada y orquestada con el único objetivo de perjudicar la imagen del centro y, con ello, la del conjunto de la Diputación Provincial y al resto de los trabajadores. A estas se suma otra denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo».
En ninguno de los casos se ha detectado irregularidad alguna en la gestión, subraya la Diputación Provincial. «Es decir, las denuncias carecen de fundamento y han sido desestimadas oficialmente de forma clara y contundente por los organismos competentes», continúan las mismas fuentes. La resolución «pone de manifiesto que no se detecta ningún incumplimiento en la normativa vigente de higiene de los alimentos, su conservación, manipulación higiene y mantenimiento de las instalaciones».
Resulta «inaceptable», continúan desde la Diputación de Zamora, «que quienes forman parte del equipo de trabajo de la Residencia Virgen del Canto recurran a este tipo de estrategias para dañar deliberadamente su imagen pública, desprestigiando injustamente a una institución en la que los usuarios reciben una atención de calidad y los trabajadores desarrollan su labor en condiciones dignas».
Dice la institución que «no se va a tolerar ni a permitir campañas de difamación ni actitudes desleales que atenten contra el buen nombre y el trabajo serio que se está llevando a cabo».