La asociación Independientes de la Guardia Civil alerta del bajo número de efectivos del Seprona en la provincia de Zamora, 25 trabajadores, dicen, para cubrir todo el territorio. Una cifra muy baja para una provincia con una extensión forestal y agrícola como esta que hace que cada uno de los agentes, haciendo una media, se encargue de 777 kilómetros cuadrados, calcula IGC. «Una superficie superior a la extensión completa de toda la ciudad de Madrid, un dato insostenible para garantizar la vigilancia ambiental y la prevención de delitos ecológicos», dicen.
El colectivo recuerda los incendios de La Culebra, del segundo de los cuales ahora se cumplen tres años, que arrasaron más de 60.000 hectáreas de terreno y que «demostraron que no basta con medios aéreos si no hay patrullas en el terreno», asegura Daniel Fernández, portavoz del colectivo. La asociación profesional de guardias civiles reclama una revisión estructural del despliegue territorial, la creación de bases operativas permanentes y funcionales y un aumento progresivo del número de efectivos. “No podemos confiarlo todo a la vigilancia remota. El medio rural necesita presencia, proximidad y prevención”, ha argumentado Fernández.
“Nuestro modelo apuesta por concentrar efectivos en núcleos rurales estratégicos, bien comunicados y dotados, desde donde se pueda atender un amplio territorio con eficacia real y turnos 24/7.