Cientos de movimientos ciudadanos de diferentes sectores de todo el país, incluidos algunos de Zamora como la Coordinadora Rural, volverán a manifestarse en Madrid el próximo 5 de octubre para protestar contra las políticas «expansionistas» que se están llevando a cabo en los territorios de la España rural, especialmente amenazada por la despoblación, y para exigir un cambio de modelo de país más justo y equilibrado en infraestructuras y servicios públicos, sobre todo sanitarios y de transporte.
A la manifestación se suman plataformas y asociaciones que luchan contra «la invasión de macroproyectos de energías renovables eólicas y solares; de explotaciones mineras; de macrogranjas de ganadería industrial y de plantas de biogás, que invaden peligrosamente el territorio rural, y colectivos que luchan por la protección del agua, en constante riesgo de contaminación». También se unen a la movilización grupos en defensa del ferrocarril, «que vertebra el territorio»; asociaciones que exigen inversiones en infraestructuras de comunicaciones por carretera; aquellos que persiguen las mejoras de servicios públicos en el ámbito sanitario y de transporte; y quienes demandan políticas necesarias y efectivas para un modelo de desarrollo rural.
Después de haberse establecido un primer contacto el pasado 16 de junio, y tras varias reuniones mantenidas que han servido, además, para entablar sinergias y fortalecer vínculos, estos colectivos se han puesto en marcha con la organización de la manifestación (permisos, logística, financiación, manifiesto, difusión…) a la que se dedicarán los dos próximos meses. Todas las plataformas y asociaciones participantes están unidas por un denominador común: defender sus territorios de las «agresiones llevadas a cabo en estos últimos años por compañías energéticas y mineras, y por empresas cárnicas y de residuos industriales, que han fijado su modelo expansionista en la España rural, y especialmente en la que sufre el problema de la despoblación, sacrificando cultivos, tierras, agua o bosques para ponerlos al servicio del monopolio empresarial y de los propios gobiernos».
Asimismo, todos los colectivos apoyan las reivindicaciones relacionadas con la desatención en los servicios básicos de salud y movilidad, y la falta de infraestructuras y de comunicaciones en los territorios de la España vaciada que dificultan su desarrollo en igualdad de condiciones y «la condenan al desequilibrio territorial».