La llama se prendió de forma inopinada. Sucedió en 2024 en la Escuela de Idiomas de Zamora, allí donde Jandro Vázquez, Toño García y María Julián ejercen como profesores de inglés. El roce en el trabajo les hizo saber que, al margen de la docencia, más allá de las puertas del centro, todos tenían la música en primer plano. Jandro, con la guitarra; María, con la voz; y Toño, con la percusión. La pregunta surgió sola: «¿Por qué no hacemos algo?». Y ese algo ahora es un grupo. Bueno, más bien un colectivo. Y se llama Folkabillies. Pero antes de llegar ahí conviene seguir un poco con la historia de la gestación.
Sus protagonistas lo cuentan todo desde el piso de la calle Alfonso IX en el que ahora ensayan, pero para entender cómo fue a más la cosa hay que viajar hasta marzo de 2024. Los profesores ya se habían juntado para tocar, y lo habían hecho con una fecha en mente: el día de San Patricio. De acuerdo con la escuela, Jandro, Toño y María iban a ofrecer su primer bolo en el auditorio del centro. Con canciones en inglés, claro.

«Aquel día tocamos música típica irlandesa y también versiones pop de grupos como The Cranberries», explica Toño. Y el espectáculo funcionó. Para ellos y para los demás. A partir de ahí, la idea ya era crecer. Primero, con la mirada en darle continuidad al espectáculo de San Patricio en la escuela. Luego, con la idea de sacar su música a otros lugares. Pero antes de expandirse para dar bolos lejos del escenario donde se produjo la génesis, tocaba ampliar un poco la nómina de artistas.
También en la Escuela de Idiomas, pero como alumna, los profesores se toparon con Lucía Gonzalo, una artista ya implicada en varios proyectos en la ciudad y a la que sumaron para la causa del día de San Patricio de 2025. Esta vez, Jandro lo tenía claro: iban a hacer un concierto con versiones de Bob Dylan. Y ella dijo que sí: «Lucía ha sido el pegamento final», subraya Toño, que comenta que el concierto de marzo en el centro «salió bastante bien». Fue el espaldarazo definitivo para el colectivo.

La actuación monotemática de Dylan, que sirvió también para trabajar contenidos con los alumnos en la escuela, fue igualmente la carta de presentación de los Folkabillies antes de salir fuera. Sus fundadores contactaron luego con Mubaza, se metieron en el colectivo y se apuntaron para una de las actuaciones de San Pedro. Allí se dejaron ver por primera vez en la calle. Fueron los cuatro citados y otro músico curtido que fue reclutado: Carlos Camba.
Ahora, los Folkabillies son cinco, pero siguen abiertos a la entrada de más miembros. Por eso a Jandro le gusta hablar de colectivo más que de grupo. «Nos vendría bien meter violín en algunas canciones, o también una trompeta, pero sea como sea vamos a intentar hacer más conciertos», admiten los componentes actuales, que tratarán de introducir su música en la programación habitual del verano en la ciudad y, por qué no, en los carteles festivos de algunos pueblos de la provincia.

Los grupos zamoranos de los 90 y los 2000
Eso, a corto plazo. A medio tienen inquietud por «probar cosas nuevas» y por desarrollar un proyecto que ronda la mente de Jandro Vázquez desde hace un tiempo. Se trata de traer al presente canciones de grupos zamoranos que sonaron en los años 90 o en los 2000 y que se quedaron perdidas en el limbo de los tiempos anteriores a las plataformas digitales. Algunos de esos temas están escritos en cuadernos; otros, en la memoria de quienes los compusieron; y el propio componente de Folkabillies se sabe varias más. No en vano, él era uno de los protagonistas de aquellos proyectos.
De este modo, es probable que igual que ahora ensayan temas de Bob Dylan, los Folkabillies empiecen pronto a sonar con canciones de los Mentales o los Explotaron, de aquellos grupos zamoranos que se perdieron en el tiempo. Por ahí va el futuro del proyecto. El presente está en el local de ensayo en este jueves caluroso del mes de julio. Fuera del periodo lectivo, lejos de la Escuela de Idiomas. Siempre con la música.