Cristina Ortiz repitió éxito. Por segundo año consecutivo, la artesana cántabra, especializada en porcelana para piezas utilitarias y en gres para las escultóricas, logró el primer premio del concurso de cerámica vinculado a la feria de Zamora. El certamen, que lleva el nombre de Herminio Ramos y el patrocinio de Caja Rural, galardonó igualmente a Francisco Moreno, de Talavera de la Reina, por presentar la mejor pieza de alfarería. Ambos recogieron el obsequio y hablaron sobre sus creaciones y sobre la muestra en el fresco del interior del Museo Etnográfico. Fuera, la calle ardía.
«He venido siete u ocho años y, desde la primera vez, me gustó. Zamora está bellísima, con su casco viejo, y la feria tiene muchísimo encanto. Cuando la descubrí, me enamoré de los alfareros, de Viriato, de los compañeros ceramistas… Me encantó todo el entorno», explicó Ortiz, que lamentó, eso sí, el poco relevo generacional que aparece. De hecho, esa realidad que afecta al oficio motivó la pieza que le hizo ganar el concurso.
Su obra «representa el relevo generacional y toda la transmisión de patrones, de esquemas y del acervo cultural». Por eso, sobre su creación, grabó la siguiente frase: «Por lo que fueron, somos; por lo que somos, serán». Para Ortiz, esta es una frase que «transmite la realidad de forma muy concisa» y que refleja la importancia de la continuidad. La pieza se enmarca en un conjunto expositivo que lleva como título «Antepasados».
Más allá del certamen, la ceramista cántabra aseguró que, en la feria de Zamora, se sigue vendiendo: «Aquí hay una gran lealtad», estimó Ortiz, que ha venido a la ciudad acompañada por su hija y que está viendo cómo su descendiente se pasea «enamorada» por los puestos. «Veremos lo que sucede con su generación. Desde que yo empecé, el mundo ha cambiado medio millón de veces», remachó la artesana.

Por su parte, Francisco Moreno, el vencedor en alfarería, se llevó un premio que reconoce no solo su obra concreta para esta cita, sino toda una trayectoria de cincuenta años al pie del cañón: «Ahora estoy a punto de dejarlo por jubilación», advirtió el talaverano, que ha enganchado a su hija a este mundillo como decoradora de cerámica: «No sé si se atreverá a seguir sola», indicó el ya veterano triunfador en el certamen zamorano.
En cuanto a las ventas, Moreno ha tenido menos fortuna que Ortiz: «Ni mucho ni poco. Ahí va la cosa», apuntó el alfarero, que sí quiso destacar las facilidades que da Zamora: «Tiene que haber esa mentalidad de que somos cultura, que nos protejan y nos ayuden a seguir. No pasa en todos los sitios», subrayó el talaverano, que valoró también que aquí se vende «como antiguamente, sin carpas y con los cacharros en el suelo».
Además de Cristina Ortiz y de Francisco Moreno, también resultaron premiados en el certamen Alfarería Pajares, Alberto Segurado, Lola Royo y Numa Cerámica.
Aquí por lo menos lo están cuidando. Además de que lo veo muy bonita esta plaza, que se venda como antiguamente sin carpas y… Con los calzados en el suelo, ¿no? Antiguamente tiene ese atractivo que gusta la gente. Y a mí me gusta cuando lo veo las plazas.
Vale, pues muchísimas gracias, Francisco. Gracias a vosotros. Gracias a vosotros.