Un rato antes de las siete de la tarde del viernes, con San Pedro a punto de estallar en el principio de la jarana, un grupo de tipos jóvenes se planta en un bar cerca de la avenida de Portugal. Todos van uniformados, de rosa; también todos llevan instrumentos. A muchos de los que miran les suenan sus caras. Puede ser de una boda, de un bautizo, de las fiestas de un pueblo, de cualquier jaleo. Quienes ponen atención en la camiseta caen rápido en la cuenta: Rotato. Claro, los de la charanga.
Los miembros de este grupo musical se juntan porque esa tarde hay bolo. Toca animar el desfile de peñas de las fiestas de San Pedro. Ni tan mal. No hay que desplazarse. Todo queda en casa. Casi nunca será así en los 70 compromisos que tienen agendados desde ahora hasta finales de agosto. Poca broma. Además, por si ese calendario se quedase corto, los chicos de Rotato tienen otro compromiso desde un rol diferente. Este sábado se viene batalla de charangas en Zamora. Y ellos están en el ajo de la organización.
Tres de los miembros del grupo se sientan para contarlo. Sus nombres son José Manuel Allende, Daniel Hernández y Enrique Méndez. Ninguno de ellos cogerá el instrumento este sábado, pero los tres están implicados en una actividad novedosa para San Pedro, promovida por el Ayuntamiento y que incluye también a las peñas. La primera pregunta sale sola para quienes no están familiarizados con el concepto batalla de charangas: ¿Qué es eso exactamente?
Allende toma la palabra para explicarlo: «La idea nace del Ayuntamiento, de intentar promover un poco más la música de calle en la ciudad y, sobre todo, de darle más bombo a las charangas. A la gente le gusta ese ambiente», explica el miembro de Rotato, que aclara que la idea fue montar un concurso nacional sin participación de conjuntos de la ciudad. Solo con músicos de fuera. Así se planteó y así será.
Con la implicación de Rotato y de otras charangas de la ciudad, como El Tropezón o Mala Vida, se sacaron las bases. No fue mal. Dieciséis grupos de fuera de Zamora se inscribieron. De esos, el jurado, formado por músicos de los conjuntos de la tierra, escogió seis. Tres vendrán de Valencia, otro de Astorga, uno más de Madrid y el restante de Pontevedra. Todas acudirán con los gastos pagados y cobrarán un caché fijo, independientemente de la posibilidad de llevarse otros premios económicos.
El plan
Antes de aclarar eso, conviene indicar cómo se va a desarrollar lo que verá el público. Como narra Allende, la cita con las peñas será en la Marina este sábado a las 18.00 horas, «para ir cogiendo ambiente». Luego, a partir de las 19.00, vendrá el pasacalles por el centro en dirección a la Plaza Mayor. Cada charanga irá tocando en el recorrido, arropada por las peñas de Zamora y por todo aquel que quiera participar. Se cuenta con, «al menos, 1.200 personas apuntadas» para la causa, según subraya Méndez.
Durante ese recorrido, que abrirá a modo de anfitriona y fuera de concurso La Matraca, cada charanga participante hará una parada de cinco minutos que también será evaluada. Luego, en el centro de la Plaza Mayor, habrá un escenario donde cada una volverá a actuar por espacio de quince o veinte minutos. Los seis miembros del jurado, entre los que estará Allende, repartirán los premios tras valorar aspectos de afinación, sonoridad, arreglos o interacción con el público.
Además, como matiza Hernández, se premiará a los mejores solistas y se habilitará un QR para que el público escoja también a la mejor charanga según la óptica de los asistentes: «Al final, esto está hecho para la gente. También van a venir peñas de fuera, de los pueblos», remarcan los miembros de Rotato, que recuerdan que cada conjunto participante puede traer entre ocho y catorce músicos. El premio gordo para el ganador será de 2.000 euros.
Las charangas crecen
La batalla que se avecina en Zamora viene a reforzar un movimiento de charangas que parece estar en auge en los últimos años. No solo es Rotato y las otras citadas. A vuelapluma, Allende, Hernández y Méndez citan más de una decena, sin contar con las que funcionan en cada pueblo a nivel local. A las más demandadas les cuesta llegar a todo. Este sábado podrán disfrutar de las de fuera desde otra posición.
Ah, antes de la despedida, Allende tiene algo más que decir: «Aparte de los premios en metálico, vamos a dar algunos galardones individuales y del público en forma de cesta de productos de la tierra. Nos hemos puesto de acuerdo con varias empresas y nos han ayudado». También con algunos bares para bono copas, el caso de La Rúa, o para el agua, el ejemplo del Moli. «Estamos agradecidos», remacha el miembro de Rotato. Dicho queda.