Mercedes Rodrigáñez ya ha colocado el cartel a la entrada del bar Las Jaritas: «Durante las ferias y fiestas de San Pedro, os atenderemos en nuestra caseta situada en la plaza de Castilla y León. ¡Os esperamos!». «El año pasado vimos movimiento y nos hemos decidido», explica la hostelera, que carece de la capacidad para mantener abierto el negocio al tiempo que atiende el puesto en la feria de día de San Pedro. Así que se ha decidido por lo segundo. Por la calle.
El caso de Las Jaritas ejemplifica bien el impulso que ha recibido la feria. En su punto más bajo, las casetas de San Pedro acogieron solo a seis hosteleros; hace dos años, fueron ocho; en 2024, subieron a nueve; este 20 de junio abrirán quince para la nueva edición de las fiestas. Lo harán en cuatro plazas distintas: La Marina, Castilla y León, Constitución y Sagasta. El concejal de Promoción Económica, David Gago, celebra el repunte y señala que no había margen para ubicar muchos puestos más, según estaba concebida la propuesta. Si sigue el crecimiento, habrá que adaptarse.
También son conscientes de ello los organizadores de la feria de día, los que presentaron la mejor oferta y se hicieron con la gestión de las casetas. Son los mismos que en 2024: «El cambio ha funcionado», constata uno de ellos, Luis Martín, que apunta que, el año pasado, «hubo muy poquito tiempo» para implementar las mejoras que tenían en mente y que habían pensado gracias a ejemplos como el de la ciudad de Burgos. La edición de 2025 aspira a ser otra cosa.

Lo que sí hicieron ya el año anterior fue ofrecer «una caseta llave en mano». Es decir, los hosteleros «no tienen que preocuparse» por eso. Además, la estética de cada puesto es exactamente la misma, «lo que le da una coherencia a la feria», y la organización se encarga del agua, de la luz, de los seguros o de engorros como la recogida del aceite.
Además, se montarán conciertos y actuaciones en el entorno de las casetas para incentivar la presencia de la gente en los lugares donde estará instalada la feria. En cuanto a los precios, habrá algunas tarifas comunes para las cañas, los cachis, el agua o los refrescos, pero los negocios también tendrán margen para despachar otros productos, según recalca Luis Martín, a las puertas ya de diez días de jaleo.
«Lo que nos gustaría es que se implicaran más las cofradías, alguna asociación o algún club. Falta tradición, pero hay que trabajar. Es algo que funciona en otras ciudades», sostiene Martín. Este año, solo estará presente la de Jesús Nazareno, que repite. Lo hacen ocho de los nueve participantes de 2024: «El otro tenía una feria fuera», aclara el organizador.
«El gusanillo» de probar en la calle
De este modo, otros siete, entre ellos Mercedes, son nuevos: «La gente lo que quiere son casetas. Y ponen bastantes facilidades para lo que suele ser Zamora», concede la hostelera, que abrió las puertas de su negocio en enero de 2024 y que el año pasado no quiso arriesgar a marcharse de su espacio habitual. «Nos quedamos con el gusanillo», admite. Esta vez, probará.
Además, una de las particularidades de Las Jaritas, «un pequeño negocio», es que suele tener comida para celíacos. «En la caseta va a ser un poco más complicado por el tema de la trazabilidad, pero vamos a intentar tener opciones. Por ejemplo, el pincho de pollo sin gluten», avanza la hostelera, que será una de las protagonistas de la salida del hoyo de la feria de día de San Pedro.