Las elecciones municipales de 2027 se celebrarán, si nada cambia, el cuarto domingo de mayo, pero el cambio en los ayuntamientos se producirá veinte días después, más o menos por estas fechas. Será entonces, dentro de dos años, cuando se constituirán los plenos y se escogerá a los alcaldes que acabarán los años 20 e iniciarán los 30 del siglo XXI en el poder local. Aún queda tiempo, pero ya no tanto. Los partidos, de hecho, van haciendo movimientos con los comicios en mente.
En estos momentos, la foto fija en la provincia es la siguiente: de los 248 ayuntamientos que hay en el territorio, 165 están en manos del Partido Popular. Eran 164 hasta el martes, pero el cambio programado en Galende le otorgó una Alcaldía más a la formación que más poder local acumula en Zamora. Con diferencia. Dos tercios de los municipios tienen un regidor del PP, por los 42 que están gobernados por el PSOE, los 11 de Zamora Sí o los 10 de Ahora Decide.
La situación en la capital
Sin embargo, hay una cara B en esos datos para el Partido Popular. Y es la misma desde 2015: el Ayuntamiento de la capital lo gobierna la izquierda. La coalición formada por IU y por el PSOE ostenta el poder con Francisco Guarido en la cabeza. Lo que ocurre es que todo apunta a que el actual mandatario municipal no se presentará a una nueva reelección, y eso abre un escenario incierto en el que el PP aspira a recuperar una Alcaldía que había tenido en sus manos durante los veinte años anteriores a la llegada de los progresistas.
Ahora bien, aquí todavía hay más dudas que certezas. La primera: si no se presenta Guarido, ¿quién será el candidato de Izquierda Unida? Es más, ¿se presentará Izquierda Unida con su marca? Cuesta responder a la primera pregunta sin caer en especulaciones. En cuanto a la segunda, todo apunta a que los galones adquiridos por el partido en Zamora podrían bastar para tener la oportunidad de defender la Alcaldía sin cambiar de siglas.
A partir de ahí, lo único que parece claro es que el PSOE irá con David Gago al frente. El teniente de alcalde acaba de ser reelegido como responsable de Zamora ciudad a nivel interno y nada hace pensar que no será nuevamente el candidato en 2027. Más dudas hay con el resto. El PP trabaja ahora con Jesús María Prada como portavoz, pero hay precedentes internos que señalan que eso no es una garantía total a la hora de encabezar la futura lista. Habrá que verlo.
En cuanto a Vox y Zamora Sí, por citar los otros dos grupos con representación, el funcionamiento interno de los primeros ofrece pocas pistas y la situación de los segundos viene marcada por el hecho de que, esta vez, no tendrán el escaparate que les ofrecía la posición de Francisco José Requejo como presidente provincial. Eloy Tomé está ahora al frente y se vislumbra como posible candidato, pero el panorama habrá cambiado de 2023 a 2027.
Los retos en la provincia
Fuera de la ciudad, el PP tendrá que defender la plaza recuperada de Benavente sin dejar de mirar a otros municipios principales que se han quedado fuera de su red que parece que todo lo atrapa. Ahí está Toro, sin ir más lejos, donde los populares se vieron desalojados hace ocho meses a causa de la reunificación de la familia socialista, contra la que tendrán que pelear en 2027 si quieren sostener nuevamente el bastón de mando. Puebla de Sanabria, Fermoselle o Fuentesaúco también son objetivos clave para el PP.
En cuanto al PSOE, hay varias batallas que librar. La ya citada del probable escenario tras Guarido en la capital, la de la recuperación de Benavente con Patricia Martín al frente, o la de la consolidación en Toro ya sin divisiones. Pero también hay un debe en su expansión por el territorio. 42 alcaldías se antojan pocas para los socialistas, que ya hace semanas que comenzaron a moverse para «encontrar a los mejores candidatos» para 2027. Como telón de fondo, no solo el poder local. También la Diputación.
En cuanto al resto, el análisis sobre Zamora Sí en la ciudad vale también para el resto de la provincia. El trabajo interno ha de ir en la línea de mantener las candidaturas, ahora que las listas no van de la mano de un presidente provincial. Ahora Decide, en cambio, parece más asentado con sus listas, mientras que Vox, con cuatro ayuntamientos en su poder, seguirá tirando de la marca en busca de una expansión territorial. También está por ver si Futuro, con un cierto predicamento sobre todo en la zona de Sanabria, mantiene su presencia en el territorio.
La Diputación
En lo tocante a la Diputación Provincial, todo depende de las candidaturas municipales. Una vez se conozca cómo han votado los zamoranos para los ayuntamientos, se sabrá lo que sucede con la institución. No en vano, la papeleta local sirve también para determinar lo que ocurrirá en La Encarnación, con 25 plazas repartidas por partidos judiciales y con Zamora capital como árbitro principal, a pesar de que es el municipio que queda fuera de las competencias de esta administración.
En cuanto a los nombres, todo depende después de una elección interna de los partidos. Es decir, para saber si Javier Faúndez optará a continuar al frente de la institución, no solo habrá que esperar a las listas electorales de 2027, sino a los resultados. A partir de ahí, si el PP gana, decidirá. Si lo hace otro, lo de dar un nombre ya sería demasiado elucubrar.