El esfuerzo necesario para que una persona joven adquiera su primera vivienda ha repuntado de forma intensa en la provincia de Zamora en el último año. Según los datos del Observatorio de la Emancipación, dependiente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, los jóvenes de la provincia deben destinar al pago de la hipoteca cerca del cuarenta por ciento de sus ingresos si lo que quieren es comprarse una casa por sí mismos, sin necesidad de estar en pareja.
Es una cantidad elevada, pues obliga a destinar al inmueble más de uno de cada tres euros ingresados, pero el dato tiene también su parte buena. Y es que Zamora es la provincia de la comunidad donde el acceso a la vivienda por parte de una persona joven asalariada resulta más asequible, conclusión a la que llega el informe después de analizar los salarios medios del colectivo (menores de 35 años) y el precio medio de los pisos, establecido en unos optimistas 84.000 euros. En el resto de las provincias el coste del acceso a la propiedad supera el cuarenta por ciento e incluso hay territorios, como Segovia, Burgos, Salamanca y Valladolid donde sería necesario destinar a la vivienda más de la mitad de los ingresos, una situación que convierte la emancipación de una quimera. Donde más cuesta emanciparse es en Valladolid, donde se establece un coste del sesenta por ciento de los ingresos.
La situación mejora sensiblemente en el caso de los hogares jóvenes, que son aquellos en los que conviven dos personas con trabajo. En este caso, en Zamora bastaría con dedicar a la hipoteca el 23,5% de los ingresos generados, una situación más asumible y que permite afrontar el resto del mes con algo más de desahogo. El informe deja una situación más o menos clara, y es que comprar una vivienda en soledad es muy complicado para un trabajador joven.
Aún así, comprar es una opción más rentable que alquilar, según el informe, lo que la convierte en la mejor alternativa siempre y cuando exista el colchón económico, importante, necesario para poder asumir los gastos iniciales de compra de una casa. Las personas jóvenes que viven solas y que están de alquiler destinan al pago de la renta mensual, de media, algo más del 42% de los ingresos generados por el trabajo. Un dato malo pero que de nuevo es el mejor de la comunidad, pues en la región existen ciudades (como Segovia) en las que el alquiler turístico ha hecho estragos y es necesario destinar a la renta el 70% de los ingresos. Una cifra, obvia decirlo, inasumible para cualquier bolsillo.
Lo más rentable, y esto viene a ser otra obviedad, es el alquiler compartido. En Zamora, una persona joven con trabajo destina a esta opción el veinte por ciento de sus ingresos mensuales, alrededor de la mitad de lo que supone afrontar la renta del piso en solitario. La conclusión es evidente: los bajos salarios y los precios cada vez más elevados del arrendamiento obligan a los jóvenes a vivir compartiendo piso o a esperar para comprar una vez se tiene pareja.