Ecologistas Zamora ha anunciado este jueves la presentación de alegaciones contra el «cerco a los residentes» que, bajo su punto de vista, supondría la construcción del parque eólico Valentina en los términos de Rosinos de la Requejada, Espadañedo y Asturianos, entre las comarcas de Sanabria y La Carballeda. La empresa promotora aspira a instalar trece aerogeneradores con una altura de 220 metros.
Según el colectivo ecologista, esos molinos «rodearían a Villarejo de la Sierra y quedarían muy cercanos a Carbajalinos, con dos aerogeneradores a un kilómetro del casco urbano; Carbajales de la Encomienda, con un aerogenerador a un kilómetro del núcleo urbano; Monterrubio, Gusandanos, Utrera de la Encomienda, Letrillas, Espadañedo, Faramontanos de la Sierra y Vega del Castillo».
«Como consecuencia de los efectos electromagnéticos y los infrasonidos, existirían daños en la salud de la población, del ganado y de la apicultura, provocando, previsiblemente, una devaluación de las propiedades y un aumento de la despoblación», han insistido desde Ecologistas Zamora, al tiempo que han recordado que el proyecto se uniría a otro fotovoltaico ya aprobado y promovido por la misma empresa.
Para Ecologistas Zamora, se trata de «un caso de fragmentación para facilitar la aprobación de ambos, pero sin tener en cuenta los impactos sinérgicos y acumulativos conjuntos»; de hecho, ambos proyectos compartirían línea de evacuación, subestación y área de instalación. Esta situación representa «un fraude de ley evidente», según las alegaciones.
Por otro lado, los terrenos donde se plantea el parque eólico «también gozan de la clasificación de bienes comunales y, por lo tanto, son inalienables, característica recogida en el artículo 132.1 de la Constitución Española». Esta situación implica que «un bien no puede enajenarse mientras está afectado a un uso o aprovechamiento comunal; y aunque las parcelas donde se pretende instalar el eólico son usadas actualmente por ganaderos y apicultores locales, no ha habido desafectación».
En este sentido, cabe observar que, salvo en algunos supuestos, la desafectación o el uso de los comunales para fines ajenos al disfrute común «debe realizarse mediante procedimientos en los que la voluntad vecinal se manifieste con claridad y deben ser aprobados por la Junta de Castilla y León o la Diputación Provincial en competencias transferidas», según Ecologistas Zamora.
«Pero estos supuestos no se han realizado, pues ni siquiera existe información al respecto en el tablón de anuncios de los ayuntamientos para informar a los vecinos. Respecto al fotovoltaico ya mencionado, existen claras irregularidades asociadas a su aprobación, también realizada en terrenos de uso comunal sin que se haya producido desafectación ni se hayan solicitado las autorizaciones pertinentes», han advertido desde el colectivo. De hecho, sobre esta instalación, Ecologistas ha solicitado investigación a la Fiscalía y ha pedido al Ministerio la nulidad de la misma.
El oso pardo y el convenio del paisaje
Además, la zona donde se pretende instalar este polígono energético está dentro del área de distribución actual del oso pardo y alberga registros confirmados de su presencia desde 2013. También se han detectado un total de 126 especies de aves (95 reproductoras), 38 de mamíferos y al menos 15 de reptiles.
Por otra parte, según las alegaciones de Ecologistas Zamora, «la instalación de un polígono eólico en los términos municipales de Rosinos de la Requejada, Espadañedo y Asturianos, no es coherente con un modelo de transición energética justa ambiental y socialmente». «El proyecto es contrario al Convenio Europeo del Paisaje (CEP), un tratado internacional auspiciado por el Consejo de Europa que tiene como objetivo promover la protección, gestión y ordenación de los paisajes en Europa. España ratificó el convenio en 2007. El polígono eólico no solo será visible en un radio que alcanzaría varias decenas de kilómetros a la redonda sino que implica también afecciones graves en el paisaje en todo el cinturón montañoso del noroccidente zamorano».