El Ayuntamiento de Morales del Vino acelera en su intención de abrir la piscina este verano y, tras rescindir la concesión del complejo deportivo con Primus Invictus según el acuerdo adoptado por el Pleno, y aceptado por la empresa, los operarios municipales trabajan ya en adecentar las instalaciones. Durante la jornada de ayer los operarios municipales trabajaron ya de forma intensa en la zona de la piscina, que estuvo cerrada el año pasado y que necesita de una intervención seria. La idea, manifiesta el Ayuntamiento en sus redes sociales, es que las instalaciones estén listas «lo antes posible», aunque será complicado que puedan estar abiertas en junio.
Las pistas de pádel, tenis y la pista multideporte están siendo también rehabilitadas. Aquí el trabajo es más sencillo y las instalaciones «quedarán abiertas de manera inminente y gratuita para todos los vecinos una vez finalice su puesta a punto», aseguran las mismas fuentes.
Por último, por lo que respecta al gimnasio, que es la parte más conflictiva, se adecuará para que vuelva a estar operativo «entre los meses de septiembre y octubre». De lo que no informa el Ayuntamiento es de la fórmula legal que se utilizará para que las instalaciones recuperen su actividad. Lo más lógico sería una concesión para la piscina, urgente para que esté lista en las próximas semanas, y trabajar con más calma el caso del gimnasio y de la piscina cubierta, la parte que más trabajo llevará recuperar.
El caso del restaurante
Mientras comienzan estos trabajos, la empresa que explota el servicio de hostelería del complejo deportivo, el conocido como Restaurante DH, afronta el verano con cierta incertidumbre. El Ayuntamiento ha cerrado con cadenas el acceso a la zona de la terraza entendiendo que forma parte del complejo deportivo que ha sido recuperado de manos de Primus Invictus. La empresa que gestiona el bar, que ya el año pasado vivió una situación delicada por la falta de bañistas y que ha mantenido el local cerrado durante todo el invierno, asegura que sí puede acceder al local, pero pide al Ayuntamiento que detenga las actividades que está llevando a cabo y que afectan directamente a la actividad.
El abogado de la empresa plantea la opción de que la sociedad que prestaba el servicio hasta ahora lo siga prestando este verano, a través de un contrato con el Ayuntamiento de Morales del Vino, y a la espera de que se resuelva la situación administrativa. En cualquier caso, el abogado insiste en que la empresa concesionaria del local «tiene un contrato» y que no puede ser desposeído de las instalaciones por la vía de los hechos como, según indica, está sucediendo.