La federación Zamora en Pie, que representa a las asociaciones contra el biogás creadas en distintas localidades de la provincia, mantuvo este martes una reunión con el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, para hablar sobre los peligros que estos grupos perciben a causa del desembarco de estas plantas en el territorio.
Los asistentes, Jenaro Leal y Rosa Encinas, agradecieron el trato de Quiñones, pero criticaron que, en resumen, lo que les pidió el consejero fue «confianza» en la labor de la Junta de Castilla y León: «Lamentablemente, en Zamora ya sabemos mucho de tener confianza, fe y esperanza. Y si no, que se lo digan a los habitantes de la Sierra de La Culebra», deslizaron desde el colectivo en el balance del encuentro transmitido a los medios.
En cuanto al contenido de la conversación, según Zamora en Pie, «el consejero aseguró que la Junta no es la promotora de la implantación de esta industria del biogás, sino que son exclusivamente las empresas las que tienen interés en los proyectos, olvidando el enorme apoyo mediático que están dando desde la Junta, y él el primero, a la patronal del gas desde el primer día, y olvidando además que la misma Junta plantea multiplicar por cuatro la producción de biogás en diez años».
Según la federación, Quiñones «aseguró también que la Junta no puede hacer nada por evitar la instalación de estas plantas, olvidando que tiene poder para cambiar la normativa y que ha habido propuestas de moratorias para las plantas de biogás en el parlamento autonómico que el Gobierno de Castilla y León ha rechazado».
En ese sentido, Zamora en Pie preguntó «cómo pueden estar siendo tramitados 17 proyectos para la provincia cuando la Junta aún no ha aprobado la evaluación estratégica del plan del biogás necesaria para evitar efectos adversos sobre el medio ambiente, pregunta que hubo que repetir varias veces y para la que no hubo una respuesta clara».
En cuanto a «la pregunta del millón» sobre «los millones de toneladas del digestato saliente de las plantas de biogás», según Zamora en Pie, la cuestión se quedó sin respuesta por parte del consejero: «Nos genera una inmensa preocupación. Lo cierto es que cada una de estas plantas produciría suficiente digestato como para invadir el labradío de muchos términos municipales y resulta aterrador que nadie sepa cuáles van a ser ni en qué parcelas se va a extender», subrayaron desde la federación.
Los olores
En cuanto a su olor, el consejero está «convencido» de que es inodoro: «Por desgracia, no es eso lo que nos cuentan desde las localidades de España donde ya sufren los efectos de las plantas de biogás. Y tampoco es eso lo que nos han hecho llegar los vecinos de localidades de la Tierra del Vino cerca de las cuales se extendieron recientemente los residuos de una planta de compostaje», insistieron los activistas.
Sobre la impermeabilización del suelo para impedir el filtrado de las balsas de digestato a los acuíferos, el consejero «no parecía tener un concepto claro sobre este tema en particular». «Además, se mostró muy sorprendido sobre las repercusiones que las plantas tendrían sobre la salud que nuestra médica le detalló. No parecía tener conocimiento al respecto», aseguraron desde Zamora en Pie.
Quiñones sí «aseguró muy tajante que no van a permitir que los camiones cargados de residuos pasen por los pueblos».