La Diputación de Zamora ha elaborado un inventario de establecimientos de restauración registrados en la provincia, con la finalidad de analizar, apoyar y promocionar este sector, «pilar fundamental de la economía zamorana». En esa relación aparecen 371 empresas, de las cuales 98 se ubican en la capital, 31 en Benavente, 22 en Toro y el resto en los pueblos, con Galende y Puebla de Sanabria (21 cada uno) como municipios destacados.
Conviene señalar que, entre estos negocios, se incluyen restaurantes, salones de banquetes, asadores, mesones, cafeterías, bares y gastrobares con una capacidad media estimada por establecimiento de 90 plazas.
La mayoría de los establecimientos, un total de 196, son de cuarta categoría y de un tenedor; de dos tenedores y de tercera categoría hay 65; y de tres tenedores y segunda categoría existen diez empresas en la provincia. Zamora cuenta también con un restaurante de lujo de cinco tenedores en Toro y dos restaurantes galardonados con estrella Michelin, la prestigiosa guía gastronómica: uno ubicado en Benavente, El Ermitaño, y el otro situado en Castroverde de Campos, Lera.
De cara a apoyar a todos estos restaurantes, los esfuerzos de la institución provincial se centrarán en «modernizar el sector», dado que Zamora «necesita avanzar con inversiones en equipamiento y en la digitalización de estos negocios para adaptarse a las nuevas demandas del mercado»
La formación también resulta necesaria para enfrentar otro de los principales desafíos con los que se encuentra el sector, «que es la escasez de personal cualificado, especialmente de cocineros y camareros, lo que dificulta la operatividad de muchos locales». Este problema, junto a la falta de relevo generacional pueden considerarse las principales causas de la desaparición paulatina de bares tradicionales que se está produciendo en la provincia de Zamora.