En Madrid gobierna el Partido Popular. Y en Valencia. Y en Cádiz. Y en Zaragoza. En Barcelona, el municipio es socialista, igual que en A Coruña. Todos estos lugares tuvieron uno de los llamados alcaldes del cambio en el año 2015. De ninguno queda ni rastro. Los últimos desaparecieron en 2023. También entró en el 15 Francisco Guarido en Zamora, por la izquierda, pero sin la vitola de la nueva política. Ahora es el que resiste.
El 13 de junio, Guarido cumplirá diez años como alcalde de Zamora tras aguantar con sus siglas, apartarse de las confluencias, huir de Podemos y mantenerse en su rincón particular de Izquierda Unida, que antes compartía con más, luego con casi nadie y ahora con unos pocos. Si nada se tuerce, esa estrategia le permitirá ser alcalde hasta 2027 y cumplir los doce años que también estuvo el popular Antonio Vázquez entre 1995 y 2007.
El caso de Guarido es particular por varios motivos. Ya lo fue en su primer día. Solo Córdoba había tenido un alcalde de Izquierda Unida y nadie se ha sumado a esa lista desde 2015. Ahora, además, el alcalde de Zamora empieza a destacar por su longevidad en el cargo, en un marco temporal en el que España ha vivido muchos cambios políticos, unos cuantos vaivenes, bastantes formaciones emergentes que se inflaron y se desinflaron, y un buen puñado de crisis.
De hecho, si solo se tienen en cuenta las capitales de provincia, de los que entraron en 2015, apenas los mandatarios de Bilbao y de San Sebastián cumplirán también diez años como alcaldes el 13 de junio. Otros tres llevaban más tiempo acumulado, los casos de Málaga, Pontevedra y Soria. El resto le va a la zaga al dirigente zamorano.
«No hay que ir en revoltijos incomprensibles»
En estos días, el alcalde está haciendo balance de esta cifra redonda de años, de los que cuatro fueron en solitario y seis en coalición con el PSOE: «Hemos logrado una ciudad mejor y la percepción social de que Izquierda Unida de Zamora supo hacer oposición y ahora sabe estar en el gobierno. Un grupo de militantes de izquierda que pretenden demostrar día a día a nuestros compañeros de Madrid que nuestra marca política sigue siendo válida, que no tenemos que ir en revoltijos incomprensibles», apuntó Guarido en una de sus publicaciones de Facebook. Bastante claro.
Lo que no resulta tan evidente ahora es qué sucederá a partir de 2027. Guarido repite a quien le quiera escuchar que él no se presenta más, que ya es hora. Cuando sean las próximas elecciones, el actual regidor pasará de los 70. En el próximo año y medio, Izquierda Unida tendrá que abrir el debate que siempre quiso aplazar. De fondo, el resto de los partidos observa la jugada a la espera de la oportunidad de desbancar al hombre que entró en silencio con los políticos del cambio y que los ha visto marchar sin soltar el bastón.