Ni una Semana Santa más benévola en lo meteorológico que el año pasado, ni campañas ni ferias o eventos varios. El año 2025 ha empezado con unos datos turísticos que suponen un serio varapalo para el sector. Los números del Boletín de Coyuntura Turística que elabora la Junta de Castilla y León indican que, en un contexto generalizado de mantenimiento del sector entre los meses de enero y abril, Zamora destaca por lo malo. A la provincia llegaron, en los cuatro primeros meses del año, cerca de 93.000 viajeros procedentes de otras provincias del país o de otros países. En el mismo periodo del ejercicio pasado fueron, según la misma fuente, 107.000 personas las que se dejaron caer por Zamora, un trece por ciento más.
Con mucha diferencia, Zamora es la provincia con peores datos de la comunidad autónoma. De hecho, los datos de la provincia explican en buena parte la tendencia continuista del conjunto de la comunidad. No es Zamora el único territorio con unos números peores que los del año pasado, pero las caídas de Ávila, Burgos, León y Palencia no sobrepasan en ningún momento el tres por ciento. Es casi cuatro veces menos que el batacazo de Zamora.
El reflejo inmediato está en las pernoctaciones o, lo que es lo mismo, en los ingresos de los establecimientos hoteleros zamoranos. Registra la provincia algo más de 150.000 reservas de alojamiento en los cuatro primeros meses del año por las más de 176.000 del mismo periodo del año pasado. Un descalabro de más del catorce por ciento, equiparable al del descenso en el número de visitantes. De nuevo, y con mucha diferencia, el peor dato de la región según los números que publica la propia Junta de Castilla y León.
El boletín estadístico continúa asegurando que en Zamora el grado de ocupación medio de los hoteles y hostales rara vez supera el 33% de entre diario. Es decir, de cada tres camas disponibles, hay dos vacías. De nuevo unos datos flojos en comparación con otras provincias y con el total regional, que habla de que la mitad de las habitaciones están reservadas cuando uno busca sitio para hospedarse. Salamanca registra los mejores datos, con cerca del 60% de grado de ocupación registrada. A la cola anda Zamora, con una estancia media de 1,71 días por hospedaje.
Por lo que refiere a las pensiones, el grado de ocupación cae hasta poco más del 17% con una estancia media aún más corta, de 1,3 noches. Y, en el caso del turismo rural, los establecimientos del gremio tienen ocupadas menos del veinte por ciento de las plazas que manejan y la estancia media es algo mayor, de cerca de dos días. En los pueblos, los viajeros se quedan más tiempo que en la ciudad. Los mejores datos de estancia los registran los apartamentos turísticos individuales, el llamado alquiler vacacional, que retiene a los turistas una media cercana a las tres noches. Casi el doble que los hoteles tradicionales.
En Zamora, Turismo registra 105 establecimientos dedicados al hospedaje de visitantes, sin contar todos los que han habilitado los particulares, que son muchos más (cerca de seiscientos según el último recuento oficial, también de la provincia Junta). Hay, dicen los números, 41 hoteles con 2.290 plazas, cincuenta hostales con 1.208 camas y catorce pensiones, con 269 espacios para dormir. La misma estadística indica que los pisos turísticos tienen habilitadas cerca de 1.500 camas en la provincia y cerca de trescientas están en casas de los pueblos.