La primera Mesa del AVE de Zamora hablaba de recuperar el tren madrugador desde la capital y aquello parece ahora la prehistoria. Los acontecimientos se han sucedido en los últimos días y ahora el monotema es Sanabria, su estación de Alta Velocidad y una supresión de servicios que Renfe se niega a corregir. «Lo que estamos hablando aquí es una cuestión que afecta a la propia supervivencia de la provincia. No es solo un servicio, es cercenar un derecho tan fundamental como el derecho a quedarnos en nuestra tierra. No somos solo un porcentaje, un número en unas tablas. Somos personas, somos ciudadanos, y tenemos derechos», asegura Álvaro Mayoral, ayer representando a la Asociación AVE Zamora.
Apelaba Mayoral al «sentimiento de ofensa» que, decía, ha despertado en la sociedad la decisión de Renfe, que inutiliza la estación de Sanabria durante varias horas, las más importantes para los viajeros que usan el tren para desplazarse por motivos laborales o por necesidad. Y recogía el guante Ángel Hernández, poniendo voz a los que pretenden una manifestación más contundente contra una cuestión que, aseguraba el representante de CEOE Cepyme Zamora, «afecta directamente a la dignidad de la sociedad zamorana», una sociedad que «no es beligerante pero que tiene que defender lo poco que tenemos». En la misma línea, Hernández, con palabras que después hicieron propias otros miembros de la mesa, pedía una manifestación «contundente» y no una hecha «para cumplir el expediente. Si la sociedad zamorana no reacciona ante esto, sentaremos un precedente».

Pedía calma Jesús María Prada, defensor de que las cosas «se están haciendo bien» y de que el volumen de la protesta debe ir escalando poco a poco y no de golpe. «Lo lógico era empezar por Otero, como se hizo, y traer después la protesta a Zamora. Que después tenemos que llevarla a Chamartín, se estudiará, pero somos representantes públicos y nuestra labor también es canalizar el descontento social», apuntaba el concejal del PP.
Solventado el debate, la manifestación se celebrará como estaba previsto. El domingo, a las doce del mediodía en el entorno de la estación de tren de Zamora. Donde estaba convocada inicialmente con la intención, que aún perdura, de que el movimiento evite tintes políticos. No animó el delegado de la Junta, como él mismo anunció por la mañana que iba a hacer, a cambiar la localización y protestar frente a la Subdelegación del Gobierno. Ello pese a que en la Mesa del AVE se empezó a centrar el tiro, más que en las cuestiones técnicas que esgrime Renfe para cercenar el servicio, en la cuestión política y en la responsabilidad que en esto tiene el ministro del ramo, Óscar Puente, que no se ha pronunciado oficialmente, aunque sí en Twitter, sobre el tema de Sanabria. «Según mi percepción, señalar al ministro es la única manera de conseguir algo. Debemos ser más duros y reivindicativos», aseguraba Eloy Tomé, de Zamora Sí. «Hay que apuntar ahí, nos ha tocado la dignidad y se ha aprobado una medida que atenta contra el regreso de población, porque ahora la gente ha visto que sus comunicaciones pueden quedar suspendidas de forma arbitraria y de un día para otro», lamentaba.
Los integrantes de la mesa firmaron también, todos, una nueva carta que se remitirá de manera electrónica al ministro, la segunda en dos reuniones de la Mesa del AVE. De la primera no hay acuse de recibo y las esperanzas de que esta segunda tenga contestación son escasas, pero la misiva está firmada y en ella se expone la situación en la que queda Sanabria de consolidarse el recorte de servicios que entrará en vigor, eso ya apenas se discute, a partir del 9 de junio. De cómo evolucionen los hechos dependerá el rumbo de las próximas reuniones de la mesa de trabajo y, también, el volumen de las próximas protestas. Desde luego, parece que la del domingo no será la última.