«Ni se trabaja ni se cobra». La situación de la fábrica de Tableros Losán en Villabrázaro es cada día más delicada, con nóminas adeudadas, trabajadores que dejan su puesto de trabajo hartos de acumular meses de impagos y con la sensación generalizada de que la fábrica no remonta el vuelo. Trabajadores que prefieren mantener el anonimato aseguran a este periódico que la situación general es de «pesimismo», pues se deben a buena parte del personal las nóminas de marzo y abril mientras «la actividad industrial se paraliza y la dirección detiene inversiones que garantizarían la continuidad del grupo» empresarial.
La empresa, aseguran las mismas fuentes, se encuentra en un «proceso de reestructuración» que dura «más de un año y medio» y atraviesa «la peor etapa de su historia». «La falta de transparencia, las decisiones estratégicas cuestionables y el progresivo deterioro interno han llevado a la compañía a una situación límite», asegura parte de la plantilla. A día de hoy, «gran parte de la actividad industrial se encuentra prácticamente paralizada por falta de materia prima y una cadena de impagos que afecta directamente a la plantilla. La desinformación es total: apenas unas pocas personas gestionan el proceso de reestructuración sin comunicarse avances ni decisiones al resto del equipo».
La plantilla sufre una «incertidumbre constante» y, aunque la mayoría ha seguido acudiendo a su puesto de trabajo a pesar de los retrasos en los pagos, la situación empieza a cambiar. Las últimas decisiones, continúa la plantilla, «han erosionado la confianza de los clientes, han consumido activos clave y han empujado a la empresa a depender cada vez más de ayudas externas, como las procedentes de la SEPI y de las Comunidades Autónomas de Galicia y Castilla León. Todo ello, sin un plan claro de viabilidad». Los trabajadores apuntan a una «gestión fallida» y se mantienen «sin información, sin salario y con la esperanza menguante de que aún quede algo por salvar».
Coincide la situación con el diagnóstico que hace diez días hacía el sindicato UGT tras reunirse con el director general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales, José Manuel Barrios. «La situación es insostenible para las personas trabajadoras y de hecho muchos compañeros han abandonado la empresa por no poder asumir la situación».
También, asegura UGT, «se da la circunstancia que la empresa firmó con la representación de los trabajadores un ERE de extinción de contratos, hace un mes, que no está cumpliendo ya que es imposible que pueda abonar las indemnizaciones pactadas.
UGT está asesorando a los trabajadores que quieran emprender acciones legales, a los que se les transmite que «ha llegado el momento de hacerlo» por «los impagos continuados y por la falta de ocupación efectiva en las fábricas». La Junta, según UGT, habría comunicado que estaría dispuesta a colaborar económicamente en la recuperación de la actividad de las fábricas de Zamora y Soria, pero no para abonar despidos.