
Hace escasos días, la sociedad zamorana y sus instituciones hemos sido conocedoras a través de los medios de comunicación locales de la nueva reorganización de frecuencias planteada por Renfe Operadora a implementar a partir del mes de junio, mediante la cual se suprimen los trenes matutinos con parada en la estación de Sanabria AV. Dichas frecuencias, al igual que el tren regional que parte a las siete de la mañana desde la estación de Puebla, tienen un alto valor social, ya que permiten a centenares de vecinos acudir tanto a sus puestos de trabajo, de estudio o para la realización de sus quehaceres en nuestra ciudad, como la realización de trámites, compras o acudir a las citas médicas en los centros especializados.
El argumento -más bien excusa- planteado por el presidente de la operadora pública aduce que dicha supresión de servicios es una reconfiguración en base al «interés general», y que en Sanabria se incrementan sustancialmente las plazas existentes a través de dicha reorganización. Una muestra más del desconocimiento en las dinámicas sociodemográficas de nuestra provincia, ya que de nada sirve incrementar el número de plazas si la disponibilidad horaria pauperiza la movilidad entre nuestros pueblos y la ciudad de Zamora. En su pobre argumentario obvia una cuestión elemental: Que el nuevo planteamiento responde a las insolidarias peticiones del alcalde vigués «de las pocas luces» que pretende mejorar los rendimientos horarios en los viajes entre su ciudad y la capital nacional a costa de perjudicar a las paradas intermedias que necesitan de este medio de transporte (tanto en Alta Velocidad como en las líneas convencionales) para articular la movilidad en nuestro territorio.
Al mismo tiempo es una muestra más de cómo Renfe (y el Ministerio de Transportes del cual depende) toman las decisiones en base a criterios comerciales de carácter empresarial, sin tener en consideración el factor social en sus medidas, algo que debería ser intrínseco a una empresa pública que debe entender la movilidad y la vertebración territorial como un derecho más a blindar, para que no esté sujeto a decisiones que tanto desasosiego generan entre los actuales usuarios de los servicios ferroviarios.
Zamora sin duda ha sido la provincia más perjudicada por este sorprendente e injusto planteamiento (sin olvidar a Medina y Segovia). Hace pocos meses, a iniciativa de la Asociación de los Usuarios del AVE, se creó la «Mesa de trabajo para la mejora de los servicios ferroviarios», una herramienta participativa auspiciada por el Ayuntamiento a través del reglamento de Participación Ciudadana, en la que nos encontramos representadas las instituciones locales (Ayuntamiento, Diputación, Delegación territorial de la Junta y Subdelegación del Gobierno de España) así como otra serie de actores asociativos de diversa índole.
Un ejemplo institucional de entendimiento y acuerdo, en cuya sesión constitutiva se aprobó un eje programático que incluye una serie de propuestas racionales y razonables de servicios ferroviarios a implementar. Entre ellas destaca la petición de un tren madrugador Avant (Media Distancia en Alta Velocidad) con salida desde la estación de Sanabria AV (06:00h/06:30h) y paradas en Zamora (06:30h/07:00h), Medina del Campo, Segovia y final de viaje en Madrid; una propuesta inclusiva y opuesta al criterio insolidario del endiosado regidor vigués, que sin duda supondría un potencial revulsivo demográfico, ya que facilitaría que centenares de potenciales usuarios lo utilizasen para acudir a sus puestos de trabajo en la capital nacional y pudiesen residir en los pueblos y en Zamora, algo que ya demuestran los hechos en Valladolid, ciudad que por primera vez en décadas incrementa su población de vecinos y migrantes laborales pucelanos procedentes de Madrid, gracias a unos servicios ferroviarios racionalmente planificados y pensados para la población trabajadora.
Otra de las propuestas es el incremento a dos frecuencias «ida y vuelta» diarias en la línea convencional que une Puebla, Valladolid y Zamora, fundamental para mejorar la intermodalidad entre la línea de Alta Velocidad y la convencional, generando nuevas oportunidades de movilidad entre nuestros pueblos y las ciudades.
Al mismo tiempo, desde la Mesa de trabajo enviamos una carta al Ministro de Transportes para solicitar una reunión en la cual discutir las propuestas mencionadas, para la cual no hemos obtenido contestación. La sorpresiva respuesta, sin embargo, ha sido la supresión de paradas.
Desde Zamora, una vez más, los grupos políticos municipales hemos vuelto a estar a la altura de las circunstancias, mostrando una respuesta de rechazo unitaria ante la reorganización de frecuencias planteada por Renfe, que trasladaremos en forma de declaración institucional tras la sesión plenaria del presente mes de mayo.
Seguidamente se convocará una nueva sesión de la Mesa de trabajo, en la que abordaremos la actual coyuntura y articularemos nuevas fórmulas de presión institucional así como social, con la más que posible concentración a realizar en Zamora, después de haber estado manifestando nuestro rechazo en la estación de Alta Velocidad sanabresa.
En defensa de los servicios públicos, todos a las calles. O a las vías -no sería la primera vez-. Hagamos visible que no somos un pegote que está de pasada entre Galicia y Madrid.