Las obras en la iglesia de San Martín de Tours de Molacillos todavía no han empezado, pero ya aparecen como una realidad cierta en el horizonte. La Junta de Castilla y León, la Diputación y el Obispado han firmado este viernes el protocolo de colaboración que funcionará como compromiso de la intervención futura. La idea es que los trabajos comiencen en 2026, una vez haya dotación presupuestaria, y que el coste ascienda a 750.000 euros.
El consejero de Cultura de la Junta, Gonzalo Santonja, ha acudido a Molacillos para sellar el acuerdo junto al presidente de la Diputación, Javier Faúndez, y el obispo de Zamora, Fernando Valera. La aportación económica se distribuirá a partes iguales, lo que supone un esfuerzo por parte de la institución provincial y de la Iglesia. Conviene no olvidar que el templo es Bien de Interés Cultural, lo que apunta directamente a la Junta.
Más allá de eso, el caso es que hay acuerdo para arreglar el monumento, una noticia que es un desahogo para Santonja. El consejero ha aseverado que la situación de la iglesia de Molacillos era una de sus grandes inquietudes. «Se me quita una gran preocupación», ha admitido el responsable autonómico, que ha repasado los arreglos que hacen falta.
Ahí aparecen la retirada de nidos de cigüeña existentes; la renovación de todos los faldones de teja; el cierre de los entrantes de los ángulos de la cubierta del crucero para evitar anidamientos; la renovación de la cobertura de las linternas; la colocación de protecciones de chapa; el repaso de las carpinterías de madera de los ventanales superiores; la colocación de líneas de vida para mantenimiento; la reposición del forjado de piso del cuerpo de campanas y del reloj; la ejecución de vierteaguas de salida y colocación de doble mallado antiaves en todos los huecos; el saneado y nuevo rejuntado de aparejos de fábrica y fragmentos pétreos inestables donde fuese necesario; y la instalación de pararrayos.
Por su parte, Faúndez ha recordado la excepcionalidad que representa esta obra, pues es la primera vez que la Diputación va a actuar en un BIC. El obispo, en su caso, ha explicado que el acuerdo es el primer paso del camino «para poner en valor y restaurar esta belleza», un ejemplo de la arquitectura levantina fuera de su ecosistema habitual: «Se la tenemos que dejar mejor a las próximas generaciones», ha zanjado Valera.