Ecologistas Zamora ha presentado un informe negativo sobre el proyecto de Enagás para su nuevo interconector. Las alegaciones entregadas en fase de consultas previas expresan una serie de preocupaciones fundamentadas en aspectos económicos, ambientales, sociales y de seguridad.
Desde el colectivo, se argumenta en primer lugar que esta infraestructura es «innecesaria, ya que no existe una demanda clara y suficiente de hidrógeno verde en Europa para justificar su construcción». Los estudios e informes, como el del Tribunal de Cuentas Europeo, indican que los objetivos de producción e importación de hidrógeno fijados por la Unión Europea «parecen basarse en motivos políticos más que en análisis rigurosos y realistas». Además, se señala que la demanda prevista para 2030 no alcanzaría los niveles inicialmente propuestos, «lo que podría traducirse en una inversión pública y privada que no tendría retorno, resultando en un despilfarro de recursos».
En segundo lugar, Ecologistas Zamora cuestiona la necesidad de invertir fondos públicos en un proyecto de estas características y sugiere que estos recursos podrían emplearse mejor en alternativas «más eficaces y probadas, como la electrificación directa, el autoconsumo, la mejora de la eficiencia energética y el impulso a comunidades energéticas». La prioridad, según estas alegaciones, debería ser r»educir la dependencia de tecnologías costosas e ineficientes, y enfocar los esfuerzos en sectores donde la electrificación y otras soluciones puedan ser más efectivas y sostenibles».
Otra preocupación importante para Ecologistas Zamora es que «el proyecto parece seguir una estrategia que mantiene la dependencia del gas fósil, mediante técnicas como el blending o mezcla de hidrógeno con gas natural». Esto ·podría prolongar la utilización de combustibles fósiles en lugar de avanzar hacia una transición energética genuina y limpia». La experiencia de empresas como Enagás y REN indica que estas mezclas no prevén un uso exclusivo de hidrógeno verde en el futuro cercano, «lo que pone en duda la verdadera finalidad del gasoducto».
Asimismo, en las alegaciones se destaca que el hidrógeno, como vector energético, «presenta una eficiencia limitada para su uso en transporte o generación de energía, debido a las pérdidas significativas en cada etapa del proceso, desde la producción mediante electrólisis, hasta su transporte y conversión final en electricidad». Esto hace que su uso sea «poco eficiente y costoso, especialmente en comparación con otras tecnologías».
La único interés que Ecologistas Zamora sospecha que existe realmente es el de «justificar otras infraestucturas de macro renovables igualmente desafortunadas, por su nula planificación y la desmesurada ocupación de territorios, unas energías, por otra parte, que precisan de una importante fuente fósil, como es el gas natural, para estabilizar la tensión a través de centrales de ciclo combinado». En este sentido, Ecologistas Zamora ha solicitado recientemente una moratoria sobre la concesión de nuevas licencias a estas industrias «mientras no se oriente la producción hacia una forma más distribuida, más comunitaria y más razonable de producción».
El transporte de hidrógeno a largas distancias también resulta «muy costoso y poco eficiente», con riesgos asociados como fugas que pueden tener impactos negativos en el clima, dado que el hidrógeno es un gas de efecto invernadero indirecto. «La producción de hidrógeno a gran escala requiere extensos recursos de suelo y agua, lo que puede afectar ecosistemas, biodiversidad y actividades agrícolas tradicionales, además de poner en peligro hábitats protegidos y zonas de gran valor ecológico, como la Reserva de la Biosfera «Meseta Ibérica» y otras áreas de biodiversidad», estiman desde el colectivo.
Por todo ello, las alegaciones concluyen que, «en base al principio de precaución medioambiental, es necesario detener y reevaluar este proyecto».