Un tren que conecte Oporto con Bragança en dos horas, que haga ocho paradas en ese trayecto y que luego se una a la red de alta velocidad española a través de la provincia de Zamora. Eso es lo que estudiará Portugal de cara a un futuro que todavía no tiene fecha, pero que ya aparece reflejado en un documento técnico publicado por el Diario de la República, el equivalente al Boletín Oficial del Estado (BOE) en España.
La declaración de intenciones del Ejecutivo luso habla de una nueva línea para Trás-os-Montes que pueda vertebrar esa zona del país y que ejerza como parte de una «línea transfronteriza». Para Bragança, el movimiento supondría recuperar su puesto dentro del mapa ferroviario de Portugal después de más de treinta años sin trenes.
De hecho, Bragança y Vila Real serían las dos ciudades clave de esta conexión junto al destino, Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal después de Lisboa. La línea permitiría dotar a la zona de un servicio de pasajeros, pero también de mercancías, y aparece como «una opción viable» para resolver un problema que afecta ahora a los dos municipios citados: los desplazamientos actuales son «demasiado largos» como para pensar en una cuota «significativa» de deslocalizaciones desde la citada Oporto.
Con el futuro tren, eso podría cambiar para Bragança y Vila Real, y beneficiar directamente a Zamora. Primero, por la posición que tendrían Sanabria y la ciudad en medio de esa línea que conectaría finalmente Madrid y Oporto, y después por la cercanía para una parte de su población con la terminal brigantina y, por ende, con la segunda ciudad de Portugal.
El proyecto todavía tendrá que ser estudiado convenientemente, pero Portugal habla de trenes que podrían circular hasta a 200 kilómetros por hora en algunos tramos.
Antídoto contra la «litorización»
A la espera de más detalles, la noticia ha sido acogida con alegría por el actual presidente de la Cámara Municipal de Bragança, Paulo Xavier, que ha considerado que este es «un paso importante en el reconocimiento de las legítimas aspiraciones del interior en el diseño de las políticas públicas del país».
Además, el responsable político ha señalado que la conexión ferroviaria resulta «prioritaria» para que Trás-os-Montes salga de su «aislamiento», y ha destacado particularmente la relevancia de «una eventual conexión entre Bragança y Zamora», que integraría a ambos territorios en «una red europea de alta velocidad».
En todo caso, y aunque aún no hay fechas, Paulo Xavier sí ha querido remarcar que este es un tema «urgente» para Bragança, que ve el tren como «una oportunidad imperdible para combatir los desequilibrios territoriales e implementar medidas de cohesión capaces de invertir las conocidas tendencias de despoblación y envejecimiento, así como la creciente litoralización del territorio».
Ese último concepto alude a la concentración de los recursos de Portugal en las zonas costeras y el progresivo empobrecimiento de una zona interior que ahora ve el tren como una oportunidad para agarrarse al futuro. Zamora estará a la espera para tratar de aprovechar también la porción que le pueda tocar.