El Colegio de Enfermería de Zamora ha advertido este miércoles de la ausencia de la figura de la enfermera escolar en la inmensa mayoría de las aulas de la provincia, a pesar del «papel imprescindible» que pueden jugar estas profesionales.
«En Zamora, únicamente hay tres profesionales especializadas en el Colegio Público de Educación Especial Virgen del Castillo de la capital y otras dos para atender a alumnado con necesidades especiales en la provincia. Cinco enfermeras escolares para los cerca de 20.000 estudiantes matriculados este curso suponen un escaso número», según denuncia el Colegio de Enfermería de Zamora, que apunta que la media de la Unión Europea alcanza la enfermera por cada 750 alumnos.
«La importancia de contar con una enfermera en cada colegio se pone de relieve por datos como que el 35% del alumnado sufre alguna alergia, intolerancia o problemas respiratorios o neurológicos, y uno de cada tres estudiantes tiene sobrepeso u obesidad. A ello se suma el hecho de que la mitad de los accidentes en niños y adolescentes tienen lugar en horario escolar», insisten desde el colegio
Todo ello «justifica la presencia de una enfermera de forma permanente en el colegio, ya que permite una actuación inmediata en los accidentes que se producen en los centros escolares». Además, «puede actuar en patologías crónicas como diabetes, asma, epilepsia, trastornos de la conducta alimentaria o en casos de problemas de conducta, entre otros».
Su labor llega también al comedor escolar, donde la enfermera «supervisa dietas, comprueba que el almuerzo sea saludable y controla alergias». Entre sus funciones figuran igualmente la preparación y administración de medicamentos, controles relacionados con la salud de los alumnos o la realización de talleres de primeros auxilios para docentes, alumnos y familias. A todo ello se suma su labor en las aulas en programas de educación para la salud, prevención de adicciones o educación afectivosexual.
La vocal del Colegio de Enfermería de Zamora y enfermera escolar, Ana Isabel Lanseros, señala que «tener una enfermera en un centro escolar supone un valor añadido a la calidad de enseñanza de ese colegio» y va en beneficio de toda la comunidad educativa.