Finalmente llegó. La primera suspensión de una Semana Santa que en general se antojaba bastante peor de lo que está haciendo ha llegado el Viernes Santo y ha afectado al Santo Entierro, una de las cofradías que peor suerte acumula en los últimos años. Los cofrades estaban llamados a salir de la carpa de San Bernabé a las 16.30 de la tarde y la directiva, en previsión de lluvias, anunciaba ya un recorrido corto que reducía el desfile al casco antiguo y que no llegaba a realizar la parada en la Catedral.

Finalmente, ni ese plan alternativo se ha podido completar. Con los hermanos preparados, los caballos ya a punto de iniciar el desfile y los tambores sonando, una tromba de agua ha sorprendido a los presentes y ha obligado a cambiar de planes. El Santo Entierro se convierte así en la primera procesión suspendida de la Semana Santa de 2025, una Pasión que de momento acumula además afecciones al recorrido en las procesiones del Espíritu Santo, Luz y Vida y Jesús Nazareno. El Santo Entierro ya estuvo afectado por la lluvia el año pasado y se vio sorprendida por un chaparrón en la plaza de la Catedral, que obligó a llevar los pasos a toda prisa a la carpa (que entonces estaba más lejos, en San Esteban).

Quedan tres procesiones para terminar la Semana Santa de este año, y las tres están amenazadas por la lluvia. Nuestra Madre de las Angustias desfila el Viernes Santo por la noche, la Soledad el Sábado Santo y el Domingo cierra el ciclo la Cofradía de la Santísima Resurrección. El tiempo aún puede cambiar, pero todo pinta a que la Semana Santa va a terminar peor de lo que empezó.
