Centenares de cofrades de Jesús Nazareno han expresado este Viernes Santo su malestar por la organización del desfile procesional, que se ha celebrado con un recorrido modificado para evitar el riesgo de lluvia. Pero no ha sido ese regreso exprés lo que ha soliviantado a los hermanos, sino la estructura de una procesión que ha viajado con los pasos muy juntos y que ha dejado detrás de la Soledad a centenares de personas vestidas de negro.
Ante esta tesitura, cansados de la situación, los hermanos afectados han elevado las cruces, han comenzado a avanzar y han gritado «directiva dimisión» en medio del desfile a su paso por San Torcuato, un clamor que ha recibido los aplausos de parte del público presente en la zona.
La procesión ha terminado ya con la llegada de los pasos a la Plaza Mayor.