La plataforma que permitirá el tránsito por la cubierta de la Catedral de Zamora se quedará a escasos metros del cimborrio, sin llegar hasta la propia base pero ofreciendo una vista difícilmente superable de la estructura. El Ayuntamiento de Zamora, superados ya todos los trámites legales y corregidas todas las indicaciones dadas por Patrimonio, ha sacado al fin a licitación la obra por un presupuesto de 709.184,09 euros, impuestos incluidos. El plazo de presentación de ofertas es ciertamente breve, pues acaba el 28 de abril, con la Semana Santa y algún día inhábil más de por medio hasta la fecha.
La publicación de la licitación de la obra permite por vez primera ver los planos de la actuación y conocer los detalles de la obra que se acometerá en los tejados de la seo. El primer grupo de acutaciones comprendería las realizadas para acceder a la cámara del primer piso de la torre desde el patio sur-oeste (desde los jardines del Castillo). Consisten en la colocación de escaleras exteriores para alcanzar el nivel de cubiertas de los anejos de poniente de la Catedral, comenzando un recorrido horizontal o levemente ascendente rodeando la base de la torre a esa altura.

Para ello, explica el arquitecto, Claudio Pedrero, ha de “romperse” parte de la cubierta exterior de la denominada Capilla de Santiago, único espacio del claustro original que permanece. «Sin embargo, la intervención en dicha cubierta no supone ningún menoscabo a las partes de interés histórico de la misma, pues dicha cubierta fue renovada en obras realizadas a principios del presente siglo, y está levantada sobre muretes también correspondientes a dichas obras». Toda la intervención en esta parte se realiza sobre dichos elementos nuevos.
El resto de recorridos exteriores de este primer grupo de actuaciones se despliega sobre las cubiertas norte del claustro y las correspondientes del templo hasta alcanzar el acceso a la torre; en ambos casos, las estructuras se asientan sobre las fábricas o coberturas existentes. Se asentarán sobre piedra nueva y, en cualquier caso, se anclarán aprovechando juntas para respetar los aparejos históricos. Se trata en todo caso de operaciones reversibles.

Dentro de la torre se mantienen los elementos originales teniendo en cuenta que cualquier sustitución, han avisado los campaneros, puede afectar al sonido actual de las campanas. «Estando declarado el toque manual de campanas Patrimonio de la Humanidad, parece necesario atender a este aspecto en un conjunto de campanas tan señalado como el que nos ocupa», explica el arquitecto. Dentro de la torre estarán afectados dos espacios, la Casa del Campanero y un almacén. La primera de las citadas construcciones ha de ser modificada en su interior, retirando todas las divisiones y parte del forjado intermedio existentes, si bien estos elementos se corresponden mayoritariamente con tabiquerías divisorias de un uso doméstico, sin valor patrimonial. En el segundo caso, el espacio de los nuevos baños adaptados a personas con dificultades de movimiento ocupará un espacio libre destinado actualmente a almacén.
