Los casi cuarenta trabajadores del Centro de Tratamiento de Residuos de Zamora, dependiente de la Diputación Provincial y gestionado por la empresa Urbaser, irán a la huelga de forma indefinida a partir del 21 de abril, tras levantarse sin acuerdo de la reunión del Serla, el servicio de mediación previo a la toma de medidas más drásticas.
Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han confirmado este jueves la decisión de los trabajadores tras una negociación que no ha dado sus frutos. Los representantes de las citadas organizaciones han señalado que la posición de la empresa implicaba una pérdida de poder adquisitivo para los afectados, en un escenario en el que los empleados ya se sostienen con «unos sueldos bastante precarios».
En esa línea, Verónica Huerga (Comisiones) y Raúl Castaño (UGT) han recordado que son personas que trabajan con la basura y que tan solo demandan «unas condiciones dignas». En la parte fija, con una subida del 2,5 en los dos próximos años y de un 3 en los dos siguientes, existe un cierto acuerdo con Urbaser, pero en la variable, con una licitación a la vista en 2026, la brecha entre las pretensiones y la propuesta final es superior a los diez puntos.
Para Castaño, la posición del consorcio de residuos, liderado por la Diputación, no está ayudando a desbloquear la situación, aunque tanto el representante de UGT como la de Comisiones aún mantienen la esperanza de que se pueda alcanzar un punto de encuentro antes de iniciar una huelga que arrancaría justo después de Semana Santa.
En cuanto a las condiciones de esos paros, los sindicatos han reconocido que lo normal en estos casos es que se fijen unos servicios mínimos altos, pero han advertido de que, aún así, «se limitaría la entrada de basura y de envases al CTR».