El calendario escolar del curso que viene no convence a los docentes, que piden que los trimestres «no atiendan a un condicionante religioso» y que los días lectivos se repartan «equitativamente» entre los diferentes periodos. Para el curso 2025-26, explica José Manuel Ramos, portavoz de la Junta de Personal Docente no Universitario de Zamora, el segundo trimestre será «nuevamente más largo que el tercero». No tanto como este año, cuando la Semana Santa ha sido tardía, pero sí descompensados. El calendario, apuntan las mismas fuentes, establece ya también cómo serán las vacaciones de Semana Santa del año que viene para los escolares, que no tendrán clase entre el Viernes de Dolores y el Lunes de Pascua, ambos incluidos.
Ramos, preguntado también por la polémica surgida en torno a la reducción horaria del mes de septiembre, que se aprobó durante el COVID y que se mantiene aunque los condicionantes que la motivaron ya no existan, apunta que «el alumnado viene de unas vacaciones largas y no se puede pasar de cero a cien en dos segundos». Razón que, a juicio de la Junta de Personal Docente, justifica reducir las horas lectivas durante todo el mes septiembre, mes que tiene varias semanas de clase.
«Hay que empezar con una pequeña reducción horaria hasta que el alumnado esté a pleno rendimiento», apuntan desde la plataforma sindical. Las mismas fuentes recuerdan «que en muchos centros se sufren unas altas temperaturas, de entre 27 y 30 grados, a las que no se puede trabajar por normativa de riesgos laborales. No se puede realizar el trabajo en el aula a esas temperaturas y tenemos que ser conscientes de ello, porque pueden ocasionar dificultades y pueden llegar a golpes de calor». Hay «varios factores», concluye Ramos, «que hacen que sea recomendable la jornada reducida tanto en junio como en septiembre».