Hasta 46 hectáreas de terreno recuperará Puebla de Sanabria como parte del novedoso proyecto de autopista de polinizadores, una especie de corredor verde para insectos que unirá el norte de León con Portugal con zonas de descanso para aves y áreas que, en la práctica, pueden considerarse hoteles. El proyecto, adjudicado ya por un importe de 112.000 euros más impuestos, echará a andar en breve con el fin último de iniciar trabajos para mantener los recursos florales y la anidación de polinizadores, contribuir a la recuperación de ecosistemas degradados y fomentar los sistemas de cultivo y la gestión de praderas y tierras de pastoreo con la intención de aumentar la diversidad de la flora a lo largo del tiempo.
El proyecto se va a desarrollar en el municipio de Puebla de Sanabria y se realiza en colaboración con la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, que comprende seis municipios de León, y con la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga, que comprende dos municipios más de la provincia vecina.
Los polinizadores, considera el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria en el documento que sirve de guía a este proyecto, son un pilar fundamental «tanto en el medio natural como en el medio socioeconómico». Son responsables de polinizar hasta un 80% de todas las plantas en flor y, en los últimos tiempos, han sufrido importantes pérdidas en calidad de vida y en lo referente a número de individuos por, fundamentalmente, la contaminación y la presencia cada vez más intensa de especies invasoras. «Es necesario proteger a los polinizadores para frenar su declive con una serie de acciones que encaminan a favorecer sus hábitats, a luchar contra sus enfermedades y a eliminar los pesticidas que les sean dañinos».
«Vivimos en un mundo de plantas y entendemos que son el sustento de vida, del resto de los seres vivos, pero a veces olvidamos que las plantas no solo dependen del sol para vivir, en el ciclo vital de muchas de ellas intervienen los polinizadores», asegura el proyecto, que recuerda que en Europa el nueve por ciento de las especies de abejas y mariposas están amenazadas y que la población ha disminuido en los últimos años un 37% en el caso de las abejas y un 31% en el de las mariposas.
Lo que se busca ahora es establecer un corredor natural que atraviese los pinares de repoblación y otros cultivos, creando estaciones cada 400 metros para que los insectos puedan parar, reposar y alimentarse antes de continuar su viaje.
Jardines y hoteles para insectos
Así, habrá un jardín de polinizadores, acondicionado y delimitado, con parterres de aromáticas y melíferas y sistema de riego por goteo, paneles interpretativos para visitantes, bebederos para insectos y «hoteles para polinizadores». A mayores, se plantea adecuar tres zonas periurbanas como estaciones y un total de 22 espacios como «estaciones de polen», con aparcamientos para coches y paneles interpretativos.
El proyecto se completa con la puesta en marcha de varios talleres formativos, entre los que hay de instalador de colmenas, innovación en apicultura, productos de la colmena o apicultura ecológica, ofreciendo una vertiente práctica a los ciudadanos del entorno y constituyendo un recurso turístico también a tener en cuenta para la zona noroeste de la provincia. Y, como colofón, la puesta en marcha de la autopista de polinizadores será una fuente ideal de la que obtener información sobre los taxones de los polinizadores, lo que servirá para establecer una base de datos para el seguimiento futuro de los insectos e inventariar las estructuras antrópicas que les sirven de hábitat en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica.