Cuando amanezca el jueves 10 de abril, los semanasanteros de Zamora se levantarán para ir al trabajo, al instituto o a la jera que les toque con la certeza de que ese día, casi en el ocaso, se sumergirán finalmente en su Pasión. Habrán pasado 375 días desde el Domingo de Resurrección de 2024; 377 desde que el Santo Entierro huyó de la lluvia mientras trataba de completar el recorrido. Ya no salió ninguna procesión más después de aquella tarde aciaga de Viernes Santo.
Con todo eso en la cabeza irán las gentes de medalla, de acera o de paso a afrontar su día mientras un tipo llamado Jesús García se mete de lleno, desde las nueve de la mañana de ese jueves 10 de abril, en su Semana Santa particular. Frente a él estará el Mozo, el Nazareno de San Frontis, que antes de cruzar el río, por primera vez ante el nuevo Puente de Piedra, habrá de ser engalanado como corresponde. Y esa tarea corresponde al florista que protagoniza esta historia.

Jesús explica que la decoración floral de un paso como el Nazareno de San Frontis le puede llevar «cuatro o cinco horas». No con todas las imágenes es igual, pero aquí tiene reservado el rato de nueve de la mañana a dos de la tarde. Luego, se marchará del templo con todo listo para ver, igual que los demás, cómo la imagen engalanada por su creatividad y por sus manos se alza en el desfile inaugural de la Semana Santa de Zamora; en la procesión oficiosa que da la bienvenida al resto.
En realidad, ese primer momento clave para Jesús llegará el jueves, pero lo que haga sobre el paso será el resultado de un trabajo iniciado mucho antes. Todo empieza en su imaginación. Ahí, el florista se hace la composición de lugar y visualiza lo que ejecutará semanas después. Luego, lo apunta y lo encarga. «Ya hace un mes que estoy hablando con los proveedores, metido en las órdenes de compra, confirmando, organizando y ultimando», señala el responsable de Florart.
Las flores le llegan del sur de España, de lugares como Chipiona o Murcia, pero también de Holanda, Ecuador y Colombia. Desde todos esos sitios irán a parar a la mesa del Mozo. Primero, el jueves; luego, el Martes Santo. Ante esta imagen, Jesús trabaja dos veces. También le tocará implicarse en Luz y Vida, en parte de la imaginería del Jesús Nazareno y en toda la de Nuestra Madre. Además, como añadido, decorará cada paso de la Semana Santa de Villaralbo, el pueblo donde se asienta el proyecto de Florart.
Las rutinas y las variedades
En todas las ocasiones en las que le toca intervenir para embellecer las mesas, Jesús sigue unas ciertas rutinas de colocación: «Lo importante es prepararlo bien todo, que no se te olvide nada», apunta el florista, que principalmente en Nuestra Madre echa un buen número de horas para que todo quede a punto. Conviene responder a la confianza que le dan unas directivas que también le ofrecen libertad: «En general, no te marcan nada, pero tienes que hacerlo con sentido», recuerda el profesional.
En la Semana Santa de Zamora, Jesús García apenas ha de tener en cuenta, como norma fija, que los grupos escultóricos del Jesús Nazareno deben llevar centros de rosas. Ese tipo de flor es, precisamente, la más común en las decoraciones de los pasos junto a los claveles. También se suelen ver las calas, los alhelíes o los iris azules. Fíjese, si no lo ha hecho antes.
Si lo hace, podrá valorar el trabajo de floristas como Jesús García, que estará en la faena mientras cada semanasantero descuenta las horas en el trabajo, en clase o allá donde le pille la mañana previa a la aparición del Mozo por el nuevo Puente de Piedra. A partir de ahí, la Pasión habrá empezado para todos.