La Semana Santa de Zamora genera un impacto económico superior a los doce millones de euros. Son las cifras, por primera vez concretas, que emanan del estudio de Impacto Económico y Social de la Pasión, elaborado por la Consejería de Cultura con los datos recogidos el año pasado. Se puede asegurar que el impacto es mayor que esos doce millones de euros precisamente por las fechas en las que fueron recogidos los datos, en la Semana Santa más lluviosa de las últimas décadas.
De los 12,25 millones de euros de impacto económico, según los datos, 552.000 son de gasto directo (costes de organización y realización de eventos costeados por las propias cofradías y por el Ayuntamiento de Zamora); 5,3 millones de euros pertenecen al efecto inducido y 6,3 millones vienen de gasto indirecto (que incluye el dinero gastado por los visitantes y residentes en servicios como alojamiento, alimentación o transporte).

Hay partidas que forman parte de varios de los tres grupos. Por ejemplo, los gastos de comida y bebida en bares y restaurantes, que el año pasado superaron los 7,2 millones de euros. El vestido y calzado se llevan más de un millón y medio de euros, y cerca de un millón el gasto en alojamientos durante los días de la Pasión en la ciudad. El 53% del gasto lo aportan los residentes en la capital y sus familiares y el 46% restante, los visitantes que durante estos días se acercan a la ciudad.
Por lo demás, el estudio estima el público asistente en la Semana Santa del año 2024 en más de 40.400 personas, de las cuales cerca de 24.000 son residentes y el resto, más de 16.000, visitantes. El estudio, a la vista de los datos, viene a poner un poco de cordura a la tan mañida afirmación de que Zamora «triplica su población en Semana Santa». Según los números, aunque la Pasión es con mucho el principal activo turístico de la ciudad, tal afirmación no se da. La nota general es de 4,5 sobre 5 y los encuestados consideran que la Semana Santa es clave para la economía zamorana y contribuye de forma positiva a difundir la imagen de la ciudad.
El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, presente hoy en la presentación de los datos, que no permiten, por las circunstancias del año en que se llevó a cabo el estudio, sacar grandes conclusiones. De hecho, el propio representante de Cultura ha abierto la puerta, a preguntas de los periodistas, a llevar a cabo otro estudio de impacto en un año en el que la Semana Santa sea «más normal».
Y es que tanto los números de impacto económico (12 millones de euros cuando la propia Consejería de Cultura hablaba de 21 millones de euros de impacto en Valladolid durante la celebración de la Semana Santa) como, sobre todo, los de asistentes a las procesiones (40.000 personas en total para 17 procesiones, incluyendo el traslado) arrojan cifras muy por debajo de las esperadas. Cuestiones a las que el presidente de la Junta pro Semana Santa, Israel López, ha quitado hierro porque «se suspendieron la mayoría de las procesiones del año pasado».
Por lo demás, el consejero apunta que, en el apartado de motivaciones de los turistas, más del 58% aseguran que recibieron información de la Semana Santa de Zamora por medio de los propios zamoranos o de personas que hayan estado antes. Una buena y mala noticia, apunta el consejero de Cultura, porque demuestra que las personas que han venido se marchan contentas pero a la vez indica que el trabajo de divulgación que se está haciendo no es efectivo. «Tenemos que seguir siendo lo que somos, mantenernos fieles a nosotros mismos, pero hay que hacer un esfuerzo de difusión», concluye el consejero.