En unas imágenes proyectadas en vídeo, aparece un sayagués veterano. Su nombre es José Antonio García Pereira y, entre sus jeras de siempre, el paisano se afanó en la construcción de esos muros que dotan de personalidad a la comarca en la que ha echado la vida. El hombre habla con pasión de la piedra seca, del asiento, «que tiene que ir más bien llano», del relleno con la ripia o de cómo antaño todo el mundo conocía la técnica que ahora guarda él con otros cuantos de su quinta.
«Sabe Dios las generaciones que llevan estas paredes», se escucha decir a José Antonio, que no está en la sala del Museo Etnográfico donde se proyectan las imágenes, pero que tiene presencia en el acto. En realidad, como todos aquellos que, durante generaciones, fueron dando forma a esas construcciones de piedra en seco. Algún día, esas obras se denostaron, pero ahora aparecen como el «sello de identidad» que algunas gentes de la comarca quiere mantener.
No en vano, de eso va el acto, de las personas de la tierra que se han unido para formar la Red Sapiense, «Sayago Piedra en Seco». El proyecto acumula casi un año de vida, pero ha ido cogiendo forma poco a poco hasta llegar al día de la puesta de largo. Así lo explica el conductor de la presentación, Sergio Aguilar, conocido en las redes por el sobrenombre de «buenajera» y por los paseos junto a su hijo Gonzalo a lo largo y ancho de la comarca.
Aguilar explica que la red nace con el objetivo de «defender, proteger y recuperar el legado único de esta tierra», las construcciones de piedra en seco: «Está técnica tiene algo de magia. Es una forma de intervención humana con un profundo respeto. Sin cemento, junturas o argamasas. Es equilibrio en un enorme tetris, y nos da un distintivo único», analiza el sayagués, que intercala sus palabras con más videos y que deja una frase que lo resume todo: «No queremos formar parte de la generación que lo echo todo a perder».
A su lado, se sienta un hombre llamado Germán Panero, de profesión arquitecto: «La piedra seca es una técnica constructiva que tiene dos características básicas: la primera, que no usa mortero ni argamasas; la segunda, que la ejecutan agricultores y ganaderos», indica el experto, que remarca, además, que sus paredes son «muy duraderas», más de 500 o 600 años, y «muy sostenibles». «Prácticamente, la huella de carbono es cero».
Para Panero, «los constructores de piedra piedra sayaguesa probablemente sean los últimos constructores megalíticos». No es poco. Esta técnica se basa en el «conocimiento transmitido de generación en generación y es identidad de las comunidades rurales», según el arquitecto, que recuerda que «el sayagués nace y muere entre paredes de piedra». Es el telón de fondo de su día a día.
Raúl Sánchez, otro de los implicados en la aventura, apunta que ha habido un cambio de paradigma desde los años 90. Casi del desprecio a la piedra hasta el marco actual. Es en el contexto de ahora en el que pueden funcionar proyectos como Red Sapiense, que aspira también a «inventariar y catalogar el patrimonio; mantener y conservar el paisaje como un sello de identidad; y documentar y divulgar la técnica de construcción de piedra en seco».
Quien lo explica es Jorge del Barrio, que afirma que el proyecto surge con la idea de generar una gran red de colaboradores: «Hemos nacido con el propósito de ser muchos locos», insiste el miembro de Red Sapiense, que revela que habrá una cuota de 30 euros al año y de 5 euros para menores de edad. El dinero servirá para hacer frente a los gastos de materiales y a los gastos corrientes. «Es el principio de algo que puede hacerse muy grande», apostilla Del Barrio.
A partir de ahí, Begoña Pascual y José Antonio Renilla hablan de la escuela creada hace algunos años en Muga de Sayago y que funciona como inspiración y referente para la red, que pretende colaborar con esta y otras iniciativas en marcha. La expectativa es que la llama de la piedra seca se vaya propagando por toda la comarca, con el incentivo de que, en 2026, la tierra acogerá el segundo encuentro de profesionales y defensores de esta técnica.
Dispuestos a batallar
Quien lo anuncia es el presidente de Red Sapiense, Jaime del Barrio, que habla de la importancia de esta técnica, con sus particularidades, en otros lugares de España y del mundo y que señala que, en Sayago, «el lujo es que, con malas piedras, se hacen paredes, muros y casas».
El broche lo pone una de las personas que animó a la creación de la Red Sapiense, Javier Pérez Andrés, que demanda el apoyo de las instituciones. Ese será otro capítulo. De momento, lo que ha quedado claro este sábado es que hay un grupo de sayagueses dispuestos a pelear por su cultura, por su identidad y por aquello que les legaron sus mayores. Quien sabe si hasta el punto de lograr que aquello que hizo toda la vida. José Antonio García Pereira con sus manos sea Patrimonio de la Humanidad.