Los alrededor de 35 vecinos desalojados por la caída de un muro de 300 toneladas de peso encima de varias viviendas en el barrio de Rabiche de la capital pasarán unas noches en hoteles hasta que se encuentre una solución definitiva a su situación. De momento, hasta el sábado. Según asegura el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, a los afectados se les puso sobre la mesa la posibilidad de alojarse en la Casa de Ejercicios (plaza de Arias Gonzalo) y en la Casa de Transeúntes de la calle de la Reina, utilizada por Cáritas antes del cambio a la Casa Betania. Opciones ambas que han sido rechazadas de forma mayoritaria por los afectados.
Se estima que los vecinos puedan regresar a sus viviendas, según los primeros estudios que se han hecho de la zona, dentro de varias semanas, dos meses a lo sumo. Mientras, se habilitan «alojamientos suficientes y en buenas condiciones» según el Ayuntamiento. Los afectados discrepan y han llegado a tildar las habitaciones que han visto de «inhumanas». Varios de ellos se han presentado en la tarde de hoy a las puertas del Ayuntamiento, donde se celebraba un Pleno y donde han estado acompañados en todo momento por Auxi Fernández, concejala de Servicios Sociales. También se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el Ayuntamiento pague dos meses de alquiler en una residencia privada si los afectados consiguen un arrendamiento por ese periodo de tiempo y por un precio «razonable, de mercado». Los vecinos de Rabiche piden que sea el propio Ayuntamiento el que gestione los alquileres: «A nosotros no nos alquilan nada porque somos gitanos», aseguraba Antonio González, uno de los afectados.

«Ellos tienen que entender que el Ayuntamiento les ponga sobre la mesa una solución global como la que planteamos, que es buena y que se hace con la mejor voluntad», apunta el alcalde. «Lo importante aquí es que existe voluntad de arreglar la situación cuanto antes», pero depende de los propios afectados aceptar o no la solución que se plantea. «Nosotros no tenemos viviendas», recalca el alcalde, que ha comparecido acompañado de David Gago, «y queremos solucionar la situación». Los afectados apuestan por una estancia más a largo plazo en hoteles de la ciudad, algo que el Ayuntamiento descarta primero porque se apuesta por otras vías y, segundo, porque la Semana Santa llega en diez días y no hay habitaciones libres.
«Puede que nos hayamos equivocado en plantear un lugar para todos y tengamos que actuar familia por familia», asegura Fernández. «Somos conscientes de la situación que hay, que no es fácil. Si ellos no quieren ir a un sitio no les vamos a obligar, pero con diálogo iremos definiendo las cosas, porque la situación no es fácil». Con todo, la concejala se muestra convencida de que, con el paso de los días ,se irán flexibilizando las posturas. «Ahora todos necesitamos descansar, pero que quede claro que queremos que la solución sea idónea y que estén en las mejores condiciones».
Máquinas que llegan desde Madrid
Por lo que refiere a la obra, la visita de los técnicos, ingenieros y arquitectos del Ayuntamiento de Zamora en la mañana de este lunes ha permitido ya identificar la vía de resolución del problema. Lo primero es retirar el muro, en lo que se empezará a trabajar este mismo martes por la mañana gracias a una máquina de grandes dimensiones que llega desde Madrid. Se están cursando contratos de emergencia para aligerar la tramitación en todo lo posible. «No vamos a escatimar en medios para solucionar la situación lo antes posible».

Cuando el muro caído esté derribado se comenzará en la construcción de un nuevo talud que garantice que no vuelva a producirse un corrimiento de tierras como el de la madrugada del sábado al domingo. Cuando esté ejecutado en parte es cuando los afectados podrán empezar a regresar a sus casas, no antes. Guarido confirma que la estructura de las viviendas no parece estar dañada, aunque algunos inmuebles sí tienen boquetes en la fachada. Sí están inutilizables las construcciones, muchas ajenas a la legalidad, que se encontraban en los patios traseros, ejecutadas durante años y que han contribuido en parte a parar el impacto del muro.
