Se estima que el 33% de los coches censados hoy en el área que ocupará la Zona de Bajas Emisiones de Zamora se cambiarán en los próximos años por otros vehículos menos contaminantes. Aunque la idea del Ayuntamiento de Zamora es que los residentes puedan circular con sus vehículos para entrar y salir de los garajes independientemente de la antigüedad ni de la clasificación energética que tienen, el proyecto de ZBE estima que, aunque sean «vehículos exentos», teniendo en cuenta las cifras de coches censados «se puede obtener una renovación de 640 vehículos privados (527 turismos, 53 motos y 60 furgonetas) que no cuentan con etiquetado ambiental por otros menos contaminantes».
El cambio, prevé el estudio encargado por el Ayuntamiento de Zamora y que en estos momentos se somete a información pública, «se realizará de manera progresiva y gradual» debido a las «dificultades económicas» que el propio documento reconoce a las familias y que lastran la capacidad de «adquirir vehículos nuevos o seminuevos para determinados sectores de la población», especialmente a familias y colectivos vulnerables. Se estima que la mayor parte del cambio de vehículos se lleve a cabo ente los años 2026 y 2028. El mismo documento indica que el cambio de todos estos vehículos supondría un coste de más de 14 millones de euros para las familias censadas en la ZBE.
El proyecto estima además que los ingresos derivados de la Zona de Bajas Emisiones percibidos por parte del Ayuntamiento aumentarían, principalmente, debido a las sanciones. El paso a la ZBE de vehículos no autorizados se ha estimado tomando como base unas cantidades de 200 euros de multa para los casos graves y los 500 para los muy graves. Circular por la ZBE sin estar permitido sería una infracción grave y hacerlo en caso de declararse un episodio de contaminación (para lo cual se instalarían censores) sería considerado como falta muy grave. Se habla además de incrementar las sanciones un treinta por ciento en caso de reincidencia, estimando como tal cuando se cometa la misma infracción que ya fue multada en un plazo inferior a un año.
La mayor demanda de aparcamiento supondría otro ingreso extra para el Ayuntamiento, ya que es previsible una mayor ocupación en los parkings de rotación periféricos así como en la zona ORA perimetral. El mantenimiento de las calles sería también más económico al pasar por ellas menos vehículos, lo que viene a suponer otra vía de ingresos.
Información de los parkings en tiempo real
Por lo demás, y a mayores de las ya conocidas noticias de extensión de la Zona de Bajas Emisiones (todo el casco antiguo, La Horta, área del Mercado de Abastos y barrio de La Lana, a grandes rasgos) y calendario de aplicación (hasta 2030), se suma la propuesta de un sistema que avise a los conductores en tiempo real, a través de pantallas, del número de plazas libres en los parkings de la Constitución, La Marina y San Martín. Un sistema similar al que se usa en ciudades como Salamanca, que facilita la vida a los conductores y que impide desplazarse hasta un parking para encontrarse con que está completo. También se propone instalar sensores en el aparcamiento San Julián del Mercado y establecer ahí una zona azul, habida cuenta de que podría producirse un «efecto llamada» de vehículos a esta zona de la ciudad, limítrofe con la futura ZBE.
Por lo demás, y siempre según la propuesta, que aún puede ser modificada en este y en los otros puntos que se están analizando, se instalarían pantallas que avisen de las plazas libres en los aparcamientos en la avenida de Portugal, Candelaria Ruiz del Árbol, Príncipe de Asturias, Víctor Gallego, Ronda de San Torcuato, avenida de la Feria, avenida de la Frontera y avenida del Mengue.