– ¿Hay algún voluntario?
El agente medioambiental pregunta y veinte manos infantiles se levantan al unísono. Claro, no están pidiendo alumnos para resolver un problema de matemáticas en la pizarra. De lo que se trata es de plantar un árbol en el entorno del colegio, y los muchachos y muchachas de cuarto de Primaria del Riomanzanas quieren protagonizar el momento: «Escuchad, hay diez más», tiene que advertir el encargado de coordinar la actividad para que los participantes empiecen a dispersarse en grupitos.
Y ahí se quedan, absortos, concentrados, removiendo la tierra como se les dice: «Esto es algo importante, lo vais a ir viendo crecer», advierte María Teresa Pérez, la delegada provincial de Educación. Los alumnos atienden y ejecutan. Incluso, se dan un par de alertas: «Cuidado, que eso pica». Y, con esa pasión, la tarea sale adelante. Dentro de unos años, cuando pasen por el barrio y miren a la antigua escuela, verán alzado el árbol que ahora solo es una pequeña planta.

La actividad en el entorno del cole de Peña Trevinca tiene lugar en el marco de las horas previas al Día del Árbol, que se conmemora el 21 de marzo. Mientras los niños se afanan en la tierra, la primavera entra sin avisar y con una actividad tan propia como crear una vida que luego alimentarán el sol y la lluvia.
La Junta de Castilla y León ha sido la institución encargada de organizar esta actividad pensada con el objetivo de «concienciar sobre la importancia de los bosques, remarcar su papel en la sostenibilidad medioambiental y destacar la riqueza forestal de la provincia de Zamora».
El delegado territorial, Fernando Prada, ha subrayado la relevancia de estas actividades para fomentar la educación ambiental en edades tempranas: «Es fundamental que nuestros escolares conozcan la destacada masa forestal de la provincia de Zamora y aprendan a cuidar, valorar y respetar los bosques», ha destacado el responsable autonómico.
Además, Prada ha añadido que «el colegio Riomanzanas es un centro con un fuerte compromiso con el medioambiente, como demuestra su sello de Centro Educativo Sostenible o la organización de actividades como la realización de talleres, el huerto escolar o visitas a espacios naturales». Esta vez, todo ha tenido lugar a unos metros de las aulas. Fuera también se aprende.