La Comisión Regional de Patrimonio ha dado el visto bueno al proyecto presentado por el Obispado de Zamora para rehabilitar la iglesia de Molacillos, que «se llevará a la práctica» en un plazo «razonable». Ahora es ya «seguro» que se va a trabajar en revertir la situación de la iglesia el pueblo, el único exponente del barroco valenciano en la provincia de Zamora, según asegura el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja.
El consejero asegura que «se ha trabajado mucho» en el proyecto presentado por el Obispado, haciendo algunos ajustes pero siempre con el objetivo de sacarlo adelante porque es «muy necesario» para poder consolidar la estructura del templo, que cuenta con deficiencias desde su misma construcción. «Durante los últimos años el estado de la iglesia de Molacillos ha sido una de mis pesadumbres. Es muy complicadda, porque tiene problemas estructurales y errores arquitectónicos desde su comienzo. Revertir esta situación es complicado», pero las obras se podrán acometer en breve.
Sobre la financiación, Gonzalo Santonja asegura que la Consejería de Cultura «no va a escatimar» a la hora de poner sobre la mesa financiación par ala obra. «Hay medios del propio Obispado» medios de la administración. «La iglesia de Molacillos hay que salvarla», ratifica el consejero.
En la Lista Roja de Patrimonio
La iglesia, indican desde Hispania Nostra, «se encuentra en un estado de deterioro progresivo, con grietas y humedades visibles en la estructura interior del monumento, que van empeorando con el paso del tiempo, habiéndose registrado derrumbes parciales de material así como pérdida de parte de las pinturas decorativas del interior del templo. Por otro lado, las humedades, grietas y pérdida de material constructivo pueden acabar poniendo en riesgo la propia estructura del monumento».
La iglesia es un templo de planta de cruz latina que en su exterior presenta una elegante armonía entre sus cuatro cúpulas volteadas y una torre. Asimismo, en su interior destaca su rica decoración, teniendo el templo la gran peculiaridad de estar realizado en estilo barroco valenciano, lo que convierte a este monumento en toda una excepcionalidad arquitectónica en la provincia. Las obras se realizaron a través de la contratación de arquitectos y técnicos valencianos para erigir el templo, los cuales desarrollaron en el pueblo el estilo que dominaban.