Morales del Vino inicia ya de forma oficial el expediente de resolución de contrato para recuperar la gestión del centro deportivo Morales Sport, que cerró en julio del año pasado dejando a los vecinos con las instalaciones abandonadas y con la piscina de verano sin actividad. Aunque cerradas desde hace meses, las instalaciones están gestionadas por la empresa Primus Invictus, ligada a Arcebansa, que fue la encargada de realizar las obras y a la que se encargó, hasta el año 2035, la explotación del recinto a cambio de un alquiler de 1.200 euros anuales. Una cifra baja cuyo pago ha incumplido la empresa de forma casi sistemática antes de abandonar la explotación del negocio.
La alcaldesa de la localidad, Carmen Lorenzo, explica que el Pleno ha dado el visto bueno, con el apoyo de PP y PSOE y la abstención de Vox y UPL, al inicio del citado expediente de resolución de contrato. La empresa tiene ahora diez días de plazo para presentar alegaciones. Tras ese plazo, se convocará un nuevo Pleno, extraordinario y urgente, para aprobar la recuperación de la gestión de las instalaciones por parte del Ayuntamiento moralino, explica Lorenzo. El expediente se suma a los otros dos, de reclamación de deuda pendiente y de penalizaciones, iniciados contra Primus Invitus por parte del citado Consistorio.
La idea que tiene el Ayuntamiento es que la piscina esté abierta este verano. Ahora, las instalaciones están impracticables después ya casi dos años cerradas (desde que terminara la temporada de baño del año 2023). El césped se ha secado, las malas hierbas se han adueñado del recinto y las duchas están destrozadas, entre otras cuestiones. La idea es realizar una actuación de mantenimiento arreglando lo imprescindible para poder poner las instalaciones a disposición de los vecinos cuanto antes. No hay tiempo para mucho más porque, suponiendo que se cumplan los planes del Ayuntamiento, habrá poco más de dos meses entre la recuperación de las instalaciones por parte del Consistorio y el inicio de la temporada de baño.

«Lo que queremos es que este verano esté abierta la piscina sí o sí», resume la alcaldesa. Para ello se estudian varias vías, aunque la que tiene más fuerza es el contrato con una empresa externa que se encargue de poner en marcha la piscina durante la próxima temporada de baño. La recuperación del resto de instalaciones deportivas (pistas de tenis, fútbol, baloncesto, pádel y, sobre todo, el gimnasio y la piscina cubierta) quedan para una segunda fase, ya superado el verano.
Lo primero en este segundo apartado será valorar los daños, que se estiman considerables a la vista del estado actual de unas instalaciones que presentan importantes desperfectos y que han sido vandalizadas varias veces desde que se cerraron. «Están en un estado lamentable», reconoce Carmen Lorenzo, que apunta a una necesaria recuperación del recinto antes de volver a licitar todo el conjunto deportivo, que es el plan del Ayuntamiento en el medio plazo.
Una actuación más ambiciosa en 2026
Para adecuar el gimnasio, la piscina cubierta y las pistas hay una partida presupuestaria en las cuentas del Ayuntamiento. La piscina al aire libre es harina de otro costal. A mayores de la intervención «necesaria» para ponerla en servicio este año, el Ayuntamiento tiene en mente otra obra, de mayor envergadura, para renovar la piscina completamente ya de cara al año 2026. Propuesta que se incluye en las cantidades que recibirán los Ayuntamientos, procedentes de la Diputación de Zamora, para realizar obras en los próximos meses, una partida presentada este lunes por el presidente provincial, Javier Faúndez. En la relación de localidades aparece Morales del Vino, que recibirá cerca de 120.000 euros para la piscina de verano.
El centro deportivo lleva cerrado desde julio de 2024. El complejo funcionaba ya a medio gas, con la piscina cubierta cerrada desde la pandemia y con las pistas deportivas sin mantenimiento y, de facto, abandonadas desde varios meses antes. Sin embargo, fue en primavera de 2024 cuando Primus Invictus decidió cerrar las instalaciones (gimnasio y piscina de verano, principalmente), prescindió del personal que tenía contratado y abandonó su actividad en Morales del Vino. Una decisión que dejó al pueblo sin piscina de verano (lo que provocó un importante revuelo) y sin poder hacer uso de unas instalaciones deportivas que costaron casi dos millones de euros y que se inauguraron en 2015.