En las tardes de invierno, cuando el bar se convierte en un refugio contra el tedio, Antonio enciende el televisor de su negocio, busca Trece TV en la lista y pone una película del oeste. Las historias de indios y vaqueros o la persecución del hombre más peligroso del lugar amenizan el rato de los parroquianos hasta que salta el cartel de «se busca». Y no, no se trata de una apelación al protagonista de la peli, sino de la tele que trata de alcanzar la señal. Cuando pasa el corte, a veces también se ha ido el hilo de la historia. Y así cada vez. En la tasca o en el hogar.
Quien narra la historia es el propio Antonio, el dueño del bar Hernández de El Cubo del Vino. Y lo que pasa con las películas del oeste sucede también con los escasos partidos de fútbol que se pueden ver en abierto. Esta semana, el Real Madrid visitó Anoeta para jugar contra la Real Sociedad en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. De nuevo, los cortes. El hostelero acabó por hacer lo de siempre: tirar del servicio de pago para seguir el encuentro, aunque esa señal llegue unos segundos más tarde. No queda otra.

En realidad, en esta localidad zamorana cercana a la frontera con Salamanca ya han cogido costumbre con esas interrupciones: «La gente se queja muchísimo, pasa en todas las zonas del pueblo y con todos los canales», recalca Antonio, que explica que, por lo que él escucha en el bar, el lugar de las conversaciones por antonomasia, hace años que el Ayuntamiento busca soluciones. Pero no las encuentra. Y ya ha probado varias fórmulas sin atinar con la tecla.
La alcaldesa, Asunción Martín, señala que ella misma se ha implicado personalmente para tratar de resolver el asunto. Primero, como concejala; desde 2019, como máxima mandataria del municipio. «El problema viene desde hace muchos años. He mandado hacer estudios, he hablado con otras instituciones y nadie me soluciona nada», lamenta la regidora.
En su día, aquellas evaluaciones recomendaban unas intervenciones en el repetidor de Peñausende cuyo coste resultaba inasumible para un municipio como El Cubo del Vino: «Seguimos batallando. Nos reunimos con la Subdelegación, con la Junta y con la Diputación hasta que nos dijeron que el problema venía de las antenas de los vecinos, que había que reorientarlas. Algunos lo hicimos, pero nada, peor», recuerda Asunción Martín.
Más tarde, con las antenas del 4G y el 5G, probaron con unos filtros. Tampoco: «Al final, tenemos que poner televisión de pago porque, cuando hace mal tiempo, todo el rato es sin señal», recalca la alcaldesa. Cuando hace malo… y a veces cuando brilla el sol y no se mueve el aire. En el bar de Antonio, este mismo jueves y con una mañana serena, Antena 3 se pixela y Telecinco luce con la pantalla en negro. «Y es siempre así», insiste el dueño del negocio.
Fuera del plan
El Cubo del Vino abrió de nuevo la puerta a la esperanza con el anuncio de un acuerdo entre la Junta y la Diputación para resolver los problemas con la TDT en varias zonas de Zamora afectadas por esta problemática, pero las inversiones irán a la parte de Sayago, a Ferreruela y a Sanabria. Esta parte se queda fuera: «Hablé con el presidente de la Diputación, pero me dijo que nuestro problema era diferente», asegura Martín.
Javier Faúndez le dijo que lo mirarían, mientras que el delegado territorial de la Junta, Fernando Prada, le reconoció a la alcaldesa de El Cubo que era «injusto» que su pueblo no entrara en el plan. Buenas palabras, pero los televisores siguen buscando la señal: «Lo peor es para los mayores, porque es el único contacto con el exterior que tienen», zanja Asunción Martín.