La presión de los trabajadores y los votos en el Pleno del Partido Popular, Vox, Zamora Sí y el PSOE han conseguido que el nuevo cuadrante de la Policía Municipal de Zamora quedara sobre la mesa. Finalmente, la propuesta que había soliviantado a los agentes será revisada, ante el clamor de los propios afectados en la sesión celebrada este jueves en el Ayuntamiento. Con las bancadas llenas, Izquierda Unida se quedó sin apoyos para sacar adelante el punto.
El asunto va más allá del número de turnos, de los horarios o de cualquier otro asunto habitual en este tipo de negociaciones. Aquí, el problema reside en un párrafo concreto que señala que «en la medida de lo posible, en función de los efectivos y de las necesidades, se recomienda tener en cuenta que hay días que se necesitan más policías». Así lo ha explicado la concejala del área, Laura Rivera, que se ha encontrado con el rechazo de los implicados a esta parte del acuerdo.
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Los policías que han acudido al Pleno interpretan que este fragmento del texto les deja en una situación de indefensión, al albur de que un responsable presente o futuro del servicio les reclame unas funciones extra de manera arbitraria: «La única solución es quitar el párrafo y seguir negociando», han señalado los representantes de la Policía antes de que se aprobara dejar sobre la mesa el punto, con la ruptura en el sentido del voto dentro del equipo de Gobierno.
En realidad, el asunto empezó torcido para Izquierda Unida desde el principio. Las ausencias de Diego Bernardo y de Manuel Alesander Alonso dejaban al equipo de Gobierno con ocho representantes de IU y los tres del PSOE, once en total, contra los doce que suman los grupos de la oposición. Todo, ante un Salón de Plenos en el que no cabía un alma. Los policías se movilizaron y llevaron carteles en los que se podía leer: «No a pisotear nuestros derechos».
La tensión era evidente y se incrementó con la entrada en la estancia de la concejala de Personal, Laura Rivera, que recibió un amago de abucheo y que deseó salud a los policías sin que estos respondieran de forma precisamente amigable: «Encima, cachondeo», se escuchó de fondo, antes de que la mayor parte de los presentes pidiera calma.
La cosa se enfrió un rato, mientras se debatían otros asuntos en la sesión, antes de que llegara el punto marcado en rojo. Ahí, la oposición se posicionó en bloque a favor de los agentes: «Lo que se trae no es un acuerdo, sino una imposición», arrancó el portavoz de Vox, Javier Eguaras. «Estamos hablando de la conciliación», recordó Eloy Tomé, de Zamora Sí, que reclamó que el PSOE se posicionara.
Por su parte, el portavoz del PP, Jesús María Prada, constató la existencia de un malestar y propuso por primera vez dejar sobre la mesa el expediente, antes de que Rivera ofreciera sus argumentos. «No se suprime ningún derecho», afirmó la concejala de IU, que repitió en varias ocasiones que lo que se dirimía principalmente en ese punto era si los trabajadores dividían su tarea en dos o tres turnos, y que incidió en que el tema de la llamada en momentos de necesidad iba a aparecer «de forma implícita o explícita» en cualquier acuerdo.
Entre el murmullo del respetable, el debate siguió por los mismos derroteros en el segundo turno de intervención. Lo único que cambió fue que esta vez, y a petición también del PP, sí intervino el PSOE. En concreto, el teniente de alcalde, David Gago, que es además concejal de Seguridad Ciudadana y que incidió en la «lealtad» que impera en el seno del equipo de Gobierno para explicar el hecho de que Rivera llevara la voz cantante.
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El receso
Tampoco los argumentos de Rivera cambiaron demasiado en su segundo turno, para desesperación de los policías, que pronto se revolvieron en sus asientos al escuchar que el alcalde, Francisco Guarido, decretaba un receso de cinco minutos. Fue a la vuelta cuando el regidor optó por plantear esa posibilidad de dejar el tema sobre la mesa. No era la opción de Izquierda Unida, pero sí de los demás, incluido el PSOE: 15 votos para frenar ahí el asunto y 11 para aprobarlo. Triunfo para los que protestaban.
Ahora, está por ver lo que sucede. Tras la sesión, Rivera advirtió que el acuerdo sobre el cuadrante estaba ya fuera del plazo, por lo que una de las hipótesis es que los policías regresen al sistema de tres turnos, el anterior al de dos que mantienen de forma provisional desde hace un par de años.