La obra de remodelación de cinco de los tramos más dañados de la muralla de Zamora comenzará en las próximas semanas una vez el Ayuntamiento de Zamora ha concedido la licencia de obra a la empresa adjudicataria. Los trabajos afectan al tramo de la muralla que se encuentra bajo el castillo (llamado de Baltasar Lobo), al paño de San Bernabé hasta el cubo de la puerta de San Martín, a aproximadamente la mitad de la avenida de la Feria, a la puerta de Doña Urraca y, el más amplio, al área de Puerta Nueva.
La obra conlleva algunas puntualizaciones importantes. Por ejemplo en lo que refiere al tramo de la avenida de la Feria. El estado general del paño es malo, pero el proyecto que lidera el Ministerio de Cultura (suya es la muralla, cabe recordar) afecta solo a la parte más cercana a la Puerta de la Feria. El Ayuntamiento, señala el alcalde, Francisco Guarido, tiene ya presupuesto para realizar el proyecto de reforma del tramo que faltaría, el que está más cercano a San Martín. «El compromiso es hacer el proyecto con medios del Ayuntamiento este año para que el Ministerio actúe también en esta zona en el año 2026, y el compromiso se cumplirá al menos en lo que refiere a esta institución», apunta Guarido.
Con todo, no hay noticias de que la inversión en la muralla vaya a continuar salvando los tramos en los que ahora se va a empezar a trabajar y esta segunda parte de la avenida de la Feria. Asegura Guarido que el estado del monumento es también delicado en otras zonas de la ciudad, como en la parte baja de la calle de Los Herreros o en la zona de Santa Ana, donde se han producido desprendimientos en los últimos meses. «Seguiremos insistiendo», apunta el alcalde sobre estas cuestiones.
Por lo que refiere al resto de áreas, cabe destacar que las intervenciones bajo el castillo, en la zona de San Bernabé y en Puerta Nueva tienen mucho que ver con la presencia de filtraciones de agua en el monumento, situación agravada por la presencia de jardines, con su respectivo sistema de riego. En el Arco de Doña Urraca, por último, hay que señalar que la actuación obligará a cortar el tráfico en la zona «durante bastantes meses», lo que obligará a los vehículos a acceder al casco antiguo por San Martín.
El caso de la atarjea
El Ayuntamiento ha dado también luz verde de forma definitiva a la obra del nuevo Museo de Semana Santa, que comenzará por la atarjea. La estructura se respetará solo en parte y quedará bajo el Museo, hecho que Guarido aprovecha para recordar que esta atarjea es la misma que asoma por la muralla en la avenida de la Feria y que se pretende eliminar dentro del proyecto de ajardinamiento de la zona.

Sea como fuere, la tubería, que todavía está en servicio, dejará de funcionar en las próximas semanas, lo que acabará con los problemas de filtraciones en el colector. Unos problemas que han provocado las sistemáticas quejas de los vecinos de la avenida de la Feria, que han provocado que las aguas fecales llegaran a emanar del suelo en la zona de césped y que provocan un serio problema de salubridad en la zona, sobre todo en los meses de verano. Situación que ahora «se corregirá de raíz» al dejar de correr agua por la atarjea.
Guarido insiste, además, en que la petición del Ayuntamiento es eliminar esa estructura de la zona, o mantener solo una parte pero no la totalidad. Cuestión sobre la que tendrá que pronunciarse Patrimonio, que de momento se ha mostrado favorable a mantener la canalización de agua, que es obra de Segundo Viloria.