El Complejo Asistencial de Zamora contará, a lo largo de este año, con su propia Unidad de Ictus para atender de forma rápida a las personas que lleguen al servicio de Urgencias aquejadas de esta patología. Un compromiso que viene desde el año 2019 y que, según Alejandro Vázquez, consejero de Sanidad, se materializará en los próximos meses. Cabe recordar que la Junta de Castilla y León se comprometió, hace más de un lustro, a que todos los hospitales de la comunidad contaran con su propia Unidad de Ictus y, a día de hoy, todavía carecen de ella Zamora, Ávila, Palencia y el hospital de El Bierzo.
A día de hoy los pacientes que llegan al hospital de Zamora con alguna patología cerebrovascular son enviados casi de inmediato al Hospital Universitario de Salamanca, donde se encuentran los servicios especializados en Neurología. En ocasiones, si las dolencias no revisten demasiada gravedad, se hace una primera consulta a distancia, por teleconferencia, con los profesionales del hospital salmantino.
Las Unidades de Ictus
Estas unidades son de cuidados intermedios, no intensivos, y se caracterizan por una sistematización en la atención al paciente, con personal entrenado, criterios de ingreso preestablecidos y especial atención al tratamiento agudo y a la precoz rehabilitación funcional y social de pacientes que hayan padecido un ictus.
Son áreas que funcionan las 24 horas al día, los 365 días del año, y que se dedican a optimizar las estrategias diagnósticas de los pacientes con ictus, prestar el tratamiento específico y realizar el control evolutivo de los pacientes hasta el alta.
A las unidades de ictus -formadas por profesionales médicos y de enfermería de emergencias sanitarias, atención primaria, neurología, urgencias, cuidados intensivos, radiodiagnóstico, neurointervencionismo, neurocirugía y anestesiología y reanimación- llegan pacientes en fase hiperaguda y aguda de la enfermedad, y la estancia media es de unos tres días, aunque depende de la gravedad de cada caso.
Para atender a estos pacientes se puso en marcha hace años en Castilla y León el denominado Código Ictus, conscientes del concepto ‘tiempo-dependiente’ que supone esta emergencia médica, con el objetivo de reducir el tiempo de acceso a las medidas y tratamientos con eficacia demostrada, a través de un sistema centrado en el paciente, coordinando los recursos existentes en la comunidad.