La farola, ese elemento urbanístico que hoy en día nos es familiar, en su momento fue un invento futurista que revolucionó el sistema de alumbrado de las ciudades. En Zamora, concretamente, la iluminación eléctrica se instauró en el año 1897, quince años después del hallazgo de Thomas Edison. Para adaptar la ciudad, se mandó construir un numeroso mobiliario lumínico, fundamentalmente farolas de brazo. De todas las que hubo entre las que dieron luz a Zamora en aquellos primeros tiempos, solo queda una. Una farola que «hay que conservar y mantener», apunta Javier García, responsable de Zamora Patrimonio Gráfico.
Esta farola datada en el siglo XIX es singular, por un lado, por su diseño artístico creado a partir de una interpretación libre del escudo de armas de la ciudad, una estrella de seis puntas y diversos elementos decorativos florales. Y por otro lado, por su carácter único al haber sido encargada a un fundidor local, Timoteo López, solamente para ser instauradas en la ciudad de Zamora.
Un conjunto de características que la convierte en un elemento destacable y singular de la ciudad. Cualidades ya extintas en el mobiliario urbano actual, según menciona Javier García Martín. «En la actualidad, el mobiliario de las ciudades es de catálogo», es decir, está encargado a una serie de empresas que replican estos elementos en muchas ciudades. «No aportan un valor humano diferencial, cosa que antes sí hacían», concluye García.

Con el paso del tiempo este tipo de farolas de brazo fueron desapareciendo. «En ese momento, posiblemente, no existiría la sensibilidad que hay ahora de cuidar la identidad de una ciudad», responde Javier García cuando se le pregunta acerca de la ausencia de estos elementos. «Probablemente el Ayuntamiento las cambió por otras nuevas», señala. No obstante, persiste un ejemplar en la ciudad de Zamora, ubicado en la fachada del número 13 de la calle de Consejos, notificada gracias a un vecino de la ciudad.
Desde Zamora Patrimonio Grafico se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para informar del hallazgo y características del elemento urbano y pidiendo, debido a su «importancia histórica e identitaria» que sea «restaurada y conservada», afirma Javier García. Por su parte, Pablo Novo, concejal de Obras, Movilidad, Infraestructuras y Participación Ciudadana, ha confirmado a este periódico que «un patrimonio de estas características se conserva», pero que es la empresa concesionaria la que «se encarga del estado del soporte».
Una «farola viajera» que llegó a Pedrazales
Lo que no se esperaba Javier García tras la publicación de la información en sus redes sociales es la aparición de otra farola de brazo, pero fuera de la ciudad, en la localidad de Pedrazales. «Es algo curioso ya que se trataría de una farola viajera», comenta García. Alguien tuvo que trasladarla de la ciudad de Zamora al pueblo. Este nuevo ejemplar, apunta el experto, es de uso decorativo, no cumple con las funciones de alumbrado público y se encuentra en la fachada de algún particular. No obstante, desde Zamora Patrimonio Gráfico no descartan que aparezca algún ejemplar más, ya sea dentro o fuera de la ciudad, que haga que la historia de la farola primigenia de Zamora «siga viva».