La Guardia Civil investiga a una persona por electrocutar a nueve aves protegidas, dos de ellas en peligro de extinción, en el término municipal de Madridanos. Los agentes han iniciado las investigaciones tras recoger varios cadáveres de aves en dos apoyos eléctricos de una línea de alta tensión que no contaba con las medidas de protección legalmente establecidas.
El pasado 23 de julio del 2024, agentes del Seprona de la Guardia Civil en colaboración con Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León, procedieron a la recogida de cinco cadáveres de aves entre las que se encontraban un buitre leonado, un busardo ratonero, un Águila Imperial y dos cuervos que según los indicios que mostraban pudiesen haber muerto por electrocución.
Se inició la inspección pormenorizada de la línea eléctrica donde habían aparecido los cadáveres, con la posible previsión del hallazgo de más especímenes afectados en esta área, iniciándose el protocolo establecido en estos casos para la protección de avifauna frente a la colisión con líneas eléctricas.
Entre las actuaciones llevadas a cabo por el Equipo de Investigación del SEPRONA, durante diferentes fechas, se hallaron en los aledaños del tendido eléctrico cuatro cadáveres más de especímenes de aves posiblemente electrocutados, siendo en este caso cuervos y un busardo ratonero, cuyos restos fueron remitidos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid para la realización de la necropsia de los cadáveres, confirmando que los mismos habían muerto por electrocución.
La investigación se inició sobre la línea de alta tensión para averiguar su titularidad, quien era el responsable de su mantenimiento y depurar las posibles responsabilidades por carecer de medidas de seguridad y protección contra la electrocución de la avifauna como así establece el Real Decreto 1432/2008, no estando la línea adaptada las prescripciones técnicas obligatorias, carentes de medidas preventivas que minimicen los riesgos de colisión y especialmente de electrocución de las aves.
Una vez realizadas las gestiones necesarias para la comprobación de las deficiencias observadas, así como la identificación del posible responsable y con los informes periciales que confirmaron la muerte de las aves por electrocución se procedió el pasado 7 de febrero, a la investigación de una persona como supuesta autora de un Delito contra los recursos naturales y el Medio Ambiente y Contra la Flora y Fauna, por la muerte de al menos nueve aves catalogadas como especies amenazadas o incluso en peligro de extinción. De todo ello se ha informado al Juzgado de Guardia de Zamora y a la Fiscalía de Medio Ambiente.
Según datos oficiales, cada año se registran en España miles de muertes de aves por colisión o electrocución en tendidos eléctricos, constituyendo la principal causa de muerte de algunas especies que ostentan el máximo grado de protección según el Catálogo Español de Especies Amenazadas.