En los años 80, hombres como Juan Andrés Blanco ya se dieron cuenta: la emigración de los españoles hacia América era un fenómeno que convenía analizar desde diferentes prismas. El experto zamorano lo hizo. Viajó en múltiples ocasiones a conocer a los protagonistas que quedaban de aquellas historias y analizó la vertiente experiencial, familiar y memorística de aquellas existencias que arrancaron en lugares como la Zamora rural y culminaron en grandes urbes como la Buenos Aires de mediados del siglo XX.
Dentro de ese estudio pormenorizado, no faltó tampoco la mirada a la parte institucional, a esa querencia que tuvieron las gentes de entonces de juntarse lejos de casa para estar con las personas con las que más afinidad podían tener; las que, como ellos, cogieron la maleta y un barco, y se marcharon rumbo a lo desconocido con la esperanza de la prosperidad.
Aquella voluntad de unirse al otro lado del océano fue el germen del asociacionismo español en América, la base del simposio que, durante estos dos últimos días de enero, tiene lugar en las dependencias del centro asociado de la UNED en Zamora con expertos que analizan esas colectividades desde diferentes prismas.
Uno de ellos es el propio Juan Andrés Blanco, que ha recordado que algunas de las casas fundadas en su tiempo, y que aún hoy perviven, tienen cerca de 140 años de bagaje. Ahora, todo eso ha evolucionado, los cambios de vida y los avances tecnológicos cuentan, pero sigue quedando la memoria, el legado y la capacidad para analizar más de un siglo de camino: «En Zamora somos pocos, porque se fueron muchos. Pero no se olvidaron», ha puesto como ejemplo el director de la cátedra de Población de la UNED.
La palabra «vincular»
En la puesta de largo de este simposio, que cuenta con la presencia de investigadores y catedráticos expertos en la materia, también ha hablado el director de la UNED en Zamora, Antonio Rodríguez, que ha destacado la presencia de personas de renombre entre la nómina de intervinientes y que ha defendido el valor de la palabra «vincular», el verbo que sirve para describir esos «lazos de unión».
La encargada de cerrar el acto inaugural ha sido la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Comunicación de la UNED, Karen Vilacoba, que ha incidido en su vivencia personal con la emigración y que ha asegurado que el asociacionismo perdura, aun en estos tiempos, por «la necesidad de compartir afectos y experiencias». «Es un cordón umbilical con la cultura de los orígenes», ha zanjado la académica.