El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico somete en estos momentos a consultas previas el informe de impacto ambiental presentado por una empresa que pretende instalar seis molinos de viento de importantes dimensiones en una zona afectada por el primero de los dos incendios del verano del año 2022, en el término municipal de Otero de Bodas. Los molinos estarían ubicados entre Otero de Bodas y Ferreras de Arriba, en la vertiente sur de la vía del AVE.
La propia empresa recuerda en el proyecto que el primer gran incendio del año 2022 «es posible que haya podido afectar a alguna de las parcelas del proyecto», razón por la cual se solicitará información concreta a la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, integrada en la Consejería de Medio Ambiente, «para así verificar qué instalaciones podrían verse afectadas» por esta cuestión.
Aunque hay excepciones a esto, que la propia empresa detalla en su documentación, por norma general la normativa impide el cambio de uso de los montes afectados por incendios por un plazo de treinta años, así como el cambio de catalogación urbanística durante idéntico periodo de tiempo. Las excepciones se encuadran en «razones imperiosas de interés público».
La empresa promotora es Orsted Onshore Spain III, una sociedad dedicada a la gestión de energía solar y eólica afincada en el Paseo de la Castellana. Los molinos que se pretenden instalar son grandes, con un diámetro de pala de 172 metros y una potencia unitaria de 7,2 megavatios. La altura de buje (hasta el eje de la pala) es de 150 metros, lo que eleva a bastante más de doscientos metros la altura total del molino cuando el pico de la pala está en el punto más alto.
La empresa dedica páginas del amplio proyecto presentado al Ministerio de Transición Ecológica a incidir en la importancia de dejar de depender de los combustibles fósiles y al hecho de que España deba alcanzar los «objetivos establecidos por la Unión Europea en materia de energía y clima». Nada nuevo para este tipo de documentos, que hacen también hincapié en que en el año 2030 las energías renovables deben suponer el 42% del consumo total de energía de España, lo que contribuiría a reducir el efecto invernadero. No construir el parque, apuntan, «obstaculiza el desarrollo de las comarcas rurales».
Zonas de sensibilidad para las aves
Los impulsores del proyecto destacan que los molinos no se van a instalar en zona arbolada, aunque se instalarían en zonas consideradas como Hábitat de Interés Comunitario. Nada limitante, continúa el documento. La propuesta se encuentra en una zona de «sensibilidad alta para aves esteparias y planeadoras» (incluyendo las zonas de conservación de alondra ricotí), algo que el propio proyecto pone sobre la mesa.
El proyecto se completa con las líneas de evacuación que tendrían que llevar la energía producida hasta Mombuey. Para ello se establece que habrá un tramo aéreo (1.905 metros), un tramo soterrado (3.460 metros), otro aéreo (5.567 metros) y uno más bajo tierra, de 361 metros. Los cables discurrirían por los términos municipales de Otero de Bodas, Ferreras de Arriba, Villardeciervos, Rionegro del Puente y, finalmente, Mombuey. La línea de evacuación presentaría además afecciones en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica y sobre el espacio de la Red Natura 2000 ZEC “Riberas del Tera y afluentes”.
El proyecto se completa con la instalación de una planta de placas solares, también en el término municipal de Otero de Bodas. En total, 21.120 módulos fotovoltaicos.