Elena López carecía de cualquier relación previa con Zamora o con la comarca, pero buscaba mudarse a un pueblo pequeño, reconstruir una casa junto a su pareja y asentarse en el medio rural. Con esta idea, buceó por Internet y se topó con el contacto de la asociación Juntos por Sayago, que le facilitó información acerca del banco de viviendas creado por el colectivo hace algunos años. Ahí apareció un pueblecito llamado Piñuel, anejo de Bermillo. Y esta sevillana y su pareja se mudaron. Una historia de gente que busca y encuentra.
Lo que ocurre es que, a veces, para encontrar tiene haber algo que buscar, y en la Zamora fronteriza con Portugal sigue habiendo muchas localidades con carencia de vivienda disponible. Así lo admite también la Junta de Castilla y León en su borrador del Plan de La Raya, una estrategia a seis años que plantea una inversión global de decenas de millones de euros para tratar de corregir la deriva socioeconómica que afecta al territorio rayano. La iniciativa política ha tardado en llegar, pero ya hay al menos un documento sobre el que empezar a funcionar.
En ese borrador, los responsables autonómicos subrayan una debilidad: «Hay dificultades para el acceso a la vivienda al existir un gran número de casas vacías, escaso parque inmobiliario para alquilar e inmuebles sin servicios básicos». Nada que no se vea casi a simple vista. En los pueblos, en ocasiones, un paseo basta para observar casas derruidas o cerradas todo el año que no se alquilan. Si acaso, se venden. Y no siempre.
Desde esta óptica de la existencia de «una limitación notable», el Plan de La Raya plantea algunas acciones para «reforzar la política de vivienda y aumentar la oferta», al menos «en las principales localidades» del espacio fronterizo. El documento no los señala, pero en Zamora cabría citar varios de esos pueblos de referencia: Alcañices, Bermillo de Sayago, Fermoselle o Puebla de Sanabria, sin perjuicio de algún otro.
Además, la estrategia señala la pertinencia de adoptar «medidas específicas», en este territorio fronterizo, dentro de los planes generales de promoción del acceso a la vivienda. «Hay que facilitar la compra y el alquiler, apostando por hacer más sencilla la recuperación de inmuebles en desuso, y apoyar la compra de vivienda incentivando una reducción de precio de venta», concede la Junta.
El borrador huye de la concreción en algunas de las medidas que desliza, pero sí menciona alguna en particular que considera relevante: por ejemplo, la prioridad de las localidades fronterizas en la elección de los inmuebles que se reforman a través del Plan Rehabitare. Eso garantizará que, cada año, habrá al menos dos casas recuperadas mediante esta iniciativa en la Zamora rayana.
Igualmente, en el marco de la actuación de promoción de viviendas en venta con rebaja en el precio de un 20%, una iniciativa ya anunciada previamente, se garantizará que en su programación se localicen actuaciones en alguno de los municipios de mayor población pertenecientes al ámbito del plan, aunque no está claro qué limite de habitantes se utilizará. Por encima de mil, como municipios, aparecen los ya anteriormente citados Alcañices, Bermillo de Sayago, Fermoselle o Puebla de Sanabria, junto a Galende.
Las alegaciones a los planes sobre vivienda
En las alegaciones públicas que se han hecho al borrador, aparece una de Unión del Pueblo Leonés vinculada precisamente a la vivienda: «Se debe fomentar la reforma de viviendas en localidades de menos de 500 habitantes de La Raya sin ligarlo necesariamente al Programa Rehabitare, ya que los condicionantes que posee dicho programa dificultan, en la mayor parte de los casos, poder acogerse e impulsar reformas de viviendas que permitan asentar población en el medio rural», advierte la formación.
Para UPL, debe «facilitarse una línea específica de ayudas para acometer la reforma de viviendas que estén situadas en localidades que no excedan de 500 habitantes con carácter general, dotándose asimismo de una línea complementaria de ayudas para acometer la reforma de viviendas por parte de contribuyentes que tengan menos de 36 años, o tengan algún menor a su cargo sin este requisito de edad, así como otra línea complementaria de ayudas para acometer la reforma de viviendas cuya fachada exterior estuviese realizada en arquitectura tradicional de la zona, favoreciendo en la mayor medida posible la conservación de la misma».
Otras administraciones
A lo largo de todo el texto que da forma al borrador del Plan de La Raya, la Junta cita de forma recurrente los acuerdos con las diputaciones como un eje clave del funcionamiento de la estrategia, por lo que todas las iniciativas que partan de estas instituciones complementarán lo que se haga en materia de vivienda directamente desde la administración autonómica. También conviene recordar que, hace algunas semanas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció varias medidas para fomentar, entre otras cosas, la reforma de inmuebles para el alquiler.