La provincia de Zamora perdió doce viviendas turísticas entre agosto y noviembre de 2024: de 570 a 558. Así lo indican los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, unas cifras que muestran que la caída hay que buscarla particularmente en la capital. Solo en el gran municipio del territorio se perdieron veinte casas disponibles para los visitantes, con más de cien plazas acumuladas. Dicho de otro modo, el medio rural ganó ocho.
De hecho, sacando de la ecuación a la capital, 18 municipios ganaron plazas, mientras que 15 las perdieron. Ahora, la provincia dispone de 3.138 camas disponibles para los turistas en estas viviendas cuyo auge ha sido evidente en los últimos años, pero que ahora parece haber entrado en una fase de caída o estancamiento en la ciudad. No así en ciertas zonas de las comarcas, donde se percibe que hay mercado.
En particular, el municipio donde el repunte se ha percibido con mayor claridad ha sido Ferreras de Abajo, con seis viviendas turísticas nuevas y 24 plazas. A continuación aparece Piedrahita de Castro, con cuatro casas recién puestas a disposición del visitante y con quince plazas. También destaca Fermoselle, que con dos viviendas más alcanza las quince y las 78 plazas.
A partir de ahí, también aumentaron su oferta Gamones, Hermisende, Alcañices, Fonfría, Coreses, Tábara, Vallesa de la Guareña, San Pedro de Ceque, Villalobos, El Perdigón, Villalba de la Lampreana, Galende, Manzanal de Arriba, San Justo y Otero de Bodas.
En el lado contrario, aparte de la caída de Zamora destacan también las pérdidas de plazas de Robleda-Cervantes (-27), Villar del Buey (-26), Trefacio (-15), Trabazos (-10) y Santa Croya de Tera (-10).